Las islas Balears registran cada año unos 60.000 nuevos casos de disfagia, un trastorno que dificulta el paso de los alimentos desde la boca al estómago y que puede agravar cualquier enfermedad crónica, poniendo en peligro la vida del paciente, según señaló ayer el jefe del servicio de otorrinolaringología del hospital de Son Dureta, Manuel Tomás, durante la rueda de prensa sobre el VII Curso Disfagia y Aspiración que se celebra hasta hoy en el centro sanitario.