Estos dos proyectos, que podrían incluirse en la nueva Planificación Energética para el periodo 2007-2016, fueron adelantados hoy por el presidente de Enagás, Antonio Llardén, durante la inauguración de la Reunión Anual de la patronal gasista Sedigás.

El pasado 11 de mayo, durante la Junta de Accionistas, Llardén avanzó que Enagás había propuesto nuevos proyectos de infraestructuras al Ministerio de Industria que no estaban contemplados en su Plan Estratégico 2007-2012.

Estos nuevos proyectos supondrían una inversión de 2.000 millones de euros que se sumarían a los 4.000 millones previstos en el plan estratégico.

Llardén aprovechó hoy la Reunión Anual de Sedigás para precisar los proyectos propuestos a Industria, que podrían incluirse en la Planificación Energética 2007-2016 que se elabora en la actualidad y que estará lista antes de fin de año.

Uno de ellos sería la extensión a Menorca del gasoducto submarino que unirá Denia (Valencia) con Ibiza y Mallorca.

El presidente de Enagás explicó que esta posibilidad está siendo analizada con Industria y con el Gobierno balear.

Llardén avanzó que las obras del gasoducto Península-Baleares comenzarán después del verano.

Otro de los proyectos que estudian Enagás e Industria es la construcción de un gasoducto entre la regasificadora de Mugardos, en Ferrol, y Zamora para reforzar la conexión entre la planta y la red de infraestructuras gasistas.

Llardén habló también de la posibilidad de duplicar la capacidad de la conexión con Francia, que pasaría de 2,5 bcm (2.500 millones de metros cúbicos) a 5,5 bcm (5.500 millones de metros cúbicos).

En su intervención, el presidente de Enagás aseguró que el sistema gasista es hoy "más capaz" de afrontar las puntas de demanda, pero señaló como "debilidades" la falta de almacenamientos subterráneos y los "cuellos de botella" en algunas zonas concretas por el retraso en la construcción de algunas infraestructuras.

Llardén destacó como aspectos positivos que han fortalecido el sistema la incorporación de nuevos tanques de gas natural licuado (GNL) que han aumentado en 600.000 meros cúbicos la capacidad de almacenamiento.

Otros puntos positivos han sido la moderación de la demanda durante este invierno y el mayor rodaje de las normas de gestión técnica del sistema (NGTS).

En el capítulo de debilidades, Llardén dijo que la "asignatura pendiente" del sistema es la insuficiente capacidad de almacenamiento subterráneo.

En este punto, el presidente de Enagás dijo que la compañía ejecutará de inmediato el nuevo almacenamiento subterráneo de Yela (Guadalajara), a 60 kilómetros de Madrid, que supondrá una inversión de entre 400 y 500 millones de euros.

Las obras se prolongarán entre cuatro y cinco años y el almacenamiento contará con una capacidad de 1 bcm (mil millones de metros cúbicos).

El depósito subterráneo se conectará primero con Madrid (Yela-Algete) y posteriormente se construirán otros dos enlaces, uno con el norte y otro con el sur.

Llardén avanzó también la posibilidad de aumentar la capacidad del almacenamiento de Gaviota, en el País Vasco.

El presidente de Enagás citó también como debilidades del sistema el retraso en la construcción de algunas infraestructuras por problemas de permisos, lo que podría causar restricciones en algunos puntos.

Llardén destacó, no obstante, que en los últimos meses se han acelerado numerosos proyectos.

En cuanto a la supresión de la tarifa regulada a partir del próximo 1 de enero, el presidente de Enagás dijo que hubiera sido mejor realizar la transición en otras fechas y no en invierno, que es el momento de mayor demanda de gas.

"Es mejor no hacer el cambio de caballo en medio del río", dijo.

Llardén admitió que la transición planteará algunos problemas técnicos pero dijo que se está trabajando para resolverlos con Industria y con la Comisión Nacional de la Energía (CNE).