Las bases de PP y UM se perfilan como uno de las obstáculos que ambas formaciones deberán superar en el caso de querer reeditar su alianza de la pasada legislatura. La nada disimulada aversión que ambos grupos se profesan está provocando que la militancia de UM esté reclamando una reedición del Pacto de Progreso con PSOE y Bloc, mientras que desde algunos sectores populares se defiende la necesidad de intentar un acuerdo con los socialistas antes que tener que ceder cargos a Maria Antònia Munar.

A diferencia de algunos de los componentes de la cúpula de UM, defensores de un acuerdo con los populares por la libertad de maniobra que obtendrían de este partido a la hora de ejercer el poder, la militancia de la formación nacionalista es prácticamente unánime a la hora de decantarse por un pacto "hacia la izquierda". Al respecto, se recuerda la humillación sufrida de manos del alcalde de Calvià, Carlos Delgado, al potenciar el transfuguismo de Joan Thomàs, a lo que se han ido sumando los golpes lanzados desde ámbitos próximos al PP contra la política de subvenciones del Consell de Mallorca o la adjudicación del solar de Can Domenge.

En la part forana, se recuerdan también los constantes enfrentamientos que se han registrado en muchos Plenos municipales por parte de representantes de ambos partidos, actuando en muchos casos como principal grupo de oposición.

Ese mismo sentimiento de rechazo existe en el PP, aunque sus representantes aseguran que más matizado. Alguno de los responsables de este partido en Mallorca no ocultan que una parte de sus bases -"la que está más a la derecha, aunque pudiera parecer lo contrario"- está reclamando que se intente un acuerdo de gobernabilidad con el PSOE antes que tener que ceder un solo cargo a Maria Antònia Munar. Al respecto, se admite que existe un rechazo casi personal hacia ésta y hacia su candidato al Consistorio palmesano, Miquel Nadal.

El precio a pagar

En cualquier caso, se asegura que una buena parte de la militancia acepta la necesidad de pactar con UM para evitar que el PP se quede fuera de todas las instituciones. En este caso, las reticencias están más relacionadas con el precio a pagar que con la reedición de la alianza con los nacionalistas.

Dirigentes de la formación conservadora aseguran que las bases asumen, aunque a regañadientes, la posibilidad de tener que volver a ceder la presidencia del Consell de Mallorca a Maria Antònia Munar, con el fin de garantizar que el PP no se va a quedar fuera de todas las instituciones.

Sin embargo, se declara sin tapujos que para muchos resulta intolerable que se ´regale´ la alcaldía de Palma a Miquel Nadal y se impida la reelección de Catalina Cirer. Por ello, se apunta la posibilidad de que finalmente se deje fuera de los pactos a Cort, dejando abierta la posibilidad de que Cirer gobierne en minoría.