Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a nueve inmigrantes sin papeles que alcanzaron al amanecer la costa mallorquina en una barca de ocho metros de eslora hallada en las proximidades de Cala Figuereta (Santanyí).

Desde la Delegación del Gobierno se sospecha que los ocupantes de la embarcación partieron del puerto argelino de Dellys, a 260 kilómetros del litoral balear, con el propósito de desembarcar en Mallorca y, a continuación, montar en un ferry con rumbo a Valencia o Barcelona.

Con el de ayer, ya se han contabilizado cinco desembarcos en Balears. A la primera arribada acontecida en octubre de 2006, cuando tres personas enfilaron Cala Binisafuller (Menorca), se han sucedido las llegadas a Portocolom, Cap Salines y Cala Mondragó. De las manifestaciones "espontáneas" de uno de los detenidos se infiere que en la barquichuela de color blanco y azul viajaban diez personas, aunque las autoridades no han podido contrastar este extremo.

El primer aviso sobre la presencia de los inmigrantes se produjo a las ocho de la mañana, cuando unos trabajadores observaron a un grupo de personas que trataban de ocultarse cerca de la carretera de Cala Llombards. Después de que los obreros dieran aviso a la Guardia Civil y a la Policía Local, cinco hombres fueron detenidos en las proximidades de esta vía. A otros dos se les interceptó cuando viajaban en un autobús en dirección a Palma y dos más fueron hallados a las seis de la tarde, en las proximidades del lugar donde encalló la barca.

Una de las circunstancias que más ha sorprendido a las autoridades y a los vecinos que se toparon con los jóvenes era su cuidada indumentaria. Varios portaban americana y corbata con el propósito de pasar desapercibidos.

En los alrededores de Cala Figuereta, los investigadores han encontrado bolsas con el precinto roto donde presumiblemente guardaban los atuendos. Los inmigrantes abandonaron la ropa del viaje en los alrededores. La embarcación de fibra, sobre la que acoplaron un motor fuera borda, apareció boca abajo. Cuando los agentes trataron de remolcarla se hundió sin remedio.

Los detenidos, una vez tomada declaración, serán puestos a disposición judicial. La Oficina de Extranjería y la Policía Nacional ya preparan la operación de devolución si así lo estima el juzgado competente. La buena predisposición de las autoridades argelinas permitirá su inminente retorno previo paso por el centro de internamiento para extranjeros de Barcelona o Valencia. El dispositivo policial en el puerto de Palma permanece activo con el fin de interceptar al resto de ´sin papeles´, en caso de que los hubiera.

Las autoridades españolas confían en que el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior móvil (SIVE), que se pone en marcha el próximo lunes, posibilitará a las unidades de la Guardia Civil interceptar las lanchas antes de recalar en Balears. El inconveniente del SIVE, apuntan fuentes gubernamentales, reside en discernir entre una patera y los numerosos barcos de pesca de pequeña eslora empleados, por ejemplo, en la captura nocturna de calamares.