La part forana de Mallorca se ha convertido en el último reducto en en el que las bodas católicas son mayoritarias. En el conjunto de Balears, estos matrimonios suponen ya sólo el 45,7% del total, una situación que tiene una de sus bases en el fuerte crecimiento de la población extranjera en las islas. De los 4.273 enlaces heterosexuales celebrados en las islas durante 2005, únicamente 1.952 fueron católicos.

Los datos facilitados por el Instituto Balear de Estadística (Ibae) en relación al cierre del citado año aportan un dato bien significativo: cuando en el matrimonio los dos cónyuges son españoles, mayoritariamente se sigue optando en Balears por la tradicional ´boda por la Iglesia´, con algo más de un 58% de los casos. Cuando uno o los dos contrayentes son extranjeros, la situación da un giro radical.

Y el peso de la población inmigrada es ya lo suficientemente elevado como para que los matrimonios no católicos supongan, a lo largo del ejercicio antes señalado, el 54,3% del total, cuando en 1998 sólo representaban un 33%.

Otro factor a tener en cuenta es que la Iglesia católica no acepta el divorcio, lo que obliga a todas las personas divorciadas a optar por otras fórmulas en sus posteriores enlaces. Al respecto, hay que recordar que el archipiélago presenta una de las tasas de este tipo de separaciones más alta de todo el Estado.

Evolución por islas

En Menorca las bodas católicas dejaron de ser mayoritarias en 2003, situación que se extendió a las Pitiüses en 2004. En 2005 Mallorca también se ha incorporado a la lista y, dentro de esta última, Palma presenta igualmente un porcentaje minoritario (44%) de enlaces ´tradicionales´. De esta forma, la part forana es la única zona en la que los matrimonios católicos siguen siendo los más numerosos (50,5%), aunque la diferencia sea mínima.

Pese a ello, la celebración de enlaces por lo civil o por ritos no católicos se extiende con rapidez, y ya son los más comunes en 33 municipios de Balears, como Calvià, Andratx, Alcúdia, Marratxí, Llucmajor, Pollença, Maó, Ciutadella o Eivissa, por citar algunos ejemplos.

Por contra, en Manacor y en Inca las bodas ´tradicionales´ siguen siendo mayoritarias, especialmente en este último municipio, en el que la relación es prácticamente de dos a una.