Las declaraciones de la arquitecta María Isabel Seguí, ex jefa del departamento de urbanismo municipal, imputada en el caso Voramar, pero principal testigo de cargo de la fiscalía, han causado una honda preocupación en el colectivo de funcionarios del consistorio de Andratx.

Seguí ha apuntado directamente a un grupo de funcionarios, muy próximos al alcalde Eugenio Hidalgo y al antiguo responsable del área de Urbanismo, y destituido director general de Ordenación del Territorio, Jaume Massot, como las personas que le transmitían las consignas del supuesto entramado y fiscalizaban su trabajo.

La antigua asesora ha dado nombres y apellidos de estos funcionarios, algunos de los cuales ya han prestado declaración delante de la Guardia Civil. Las sospechas que recaen sobre una parte del colectivo de trabajadores municipales se han unido al caos burocrático originado por la incautación policial de miles de documentos.