El arquitecto municipal de Sant Josep, A.H.B., redacta proyectos de obras, gestiona contratos de construcción, promueve compraventas de terrenos y realiza todos los trámites necesarios para la edificación de inmuebles y urbanizaciones en el propio municipio del que es técnico municipal, vulnerando así la legislación que prohíbe realizar este tipo de prácticas privadas en el municipio donde desempeña su función pública.

Así se desprende de una grabación de audio y vídeo de dos horas de duración, efectuada con cámara oculta y que capta distintas entrevistas y actuaciones profesionales como arquitecto privado de A.H.B.. En este testimonio audiovisual, personas que se hicieron pasar por promotores urbanísticos obtuvieron del propio A.H.B. su compromiso de redactar, desde su despacho profesional, el anteproyecto, el proyecto básico, el de ejecución, la licitación de las obras y la gestión de las mismas para actuaciones urbanísticas en el municipio de Sant Josep. También confirma que se dedica a gestionar la venta de las propiedades.

La serie de grabaciones, que fue realizada por un equipo de detectives por encargo del Colegio de Arquitectos, y a las que ha tenido acceso DIARIO DE IBIZA, se llevaron a cabo a lo largo de varios meses del año 2003, ante las sospechas que pesaban sobre el comportamiento profesional de A.H.B.

Los supuestos promotores urbanísticos de la península entablaron contacto con A.H.B. al acudir al Ayuntamiento interesándose por la posibilidad de construir un edificio en una parcela de Cala de Bou. Ya desde este primer momento, A.H.B. les invita a usar los servicios profesionales de su despacho privado: "Bueno... yo lo que os puedo hacer es echaros una mano a través de mi despacho particular", situado en el Paseo Joan Carles I de Eivissa. Este primer contacto se produce el 8 de abril de 2003.

Posteriormente, el 12 de junio de 2003, el falso promotor y A.H.B. se entrevistan en el despacho privado de éste último. Cuando el supuesto empresario le pregunta si su gabinete se haría cargo de la elaboración del proyecto, A.H.B. no pone reparo alguno a ello ni tampoco advierte de la incompatibilidad legal que le afecta cuando son encargos situados en el municipio de Sant Josep. Lejos de ello, responde: "Nosotros te hacemos todo lo que es la gestión, si quieres; proyecto, contratación...", y se compromete a tener un precio aproximado en una semana. "Nosotros haremos un coste de lo que es el proyecto y un coste de lo que es la gestión", agrega A.H.B. en otro momento.

Al aclarar en qué consiste la gestión, el técnico de Sant Josep afirma: "La gestión de hacer el concurso entre las empresas constructoras, adjudicación de la empresa, control, seguimiento, certificaciones".

La consulta del fingido promotor se refería a un solar de la zona de Cala de Bou, exclusivamente. Sin embargo, sin que el cliente lo preguntara, el propio A.H.B. le ofrece de repente otro posible negocio en Sant Josep.

"Otro tema", tercia A.H.B. para introducir la cuestión. "Aquí hay unos clientes que también están interesados en vender el paquete completo que tienen" y le sugiere que "sería interesante hablar también con ellos". En concreto, se trata del desarrollo de un solar de 30.000 metros cuadrados en Cala Tarida.

El promotor simula estar "abierto a todo" ante este ofrecimiento y pide más detalles. A.H.B. prosigue explicando que dichos clientes "piden 1.000 millones [de pesetas] por él, está en primera línea".

En este lugar se podrían edificar, según A.H.B. , "80 ó 85 apartamentos" y agrega que "es un cliente que incluso estaría dispuesto también, a lo mejor, a hacer aportación de dinero; es cuestión de hablarlo y ponerse de acuerdo". Poco después agrega: "Ellos te lo venderían con licencia, ¿eh?". "Sí, sí, con la licencia para empezar a construir ya", añade. Poco después, el supuesto empresario recibe por fax -sin carátula- el listado de trabajos que incluiría la contratación del despacho de A.H.B. como autor del proyecto.

En la firma del documento se lee: «Toni». En el despacho privado del arquitecto de Sant Josep trabaja también su hijo, A.H.C.

Visita a Cala Molí y Cala Tarida

El 21 de julio de 2003 A.H.B.y el supuesto promotor, con la intermediación del hijo del arquitecto municipal, conciertan una cita para ir a visitar los terrenos de Cala Tarida. Sin embargo, antes efectúan un recorrido por una urbanización de Cala Molí que en esos momentos estaba construyéndose, y que podría tratarse del mismo complejo que invadió una zona protegida y fue por ello posteriormente paralizada.

El supuesto empresario pregunta a A.H.B., ya en las obras de Cala Molí: «Todo esto ¿qué es, una promoción que llevan también ustedes ahora?, a lo que el técnico municipal contesta afirmativamente. «Son 22 viviendas», aclara». Tras recorrer uno de los inmuebles y elogiar la calidad de los materiales y la belleza de las vistas hacia es Vedrà, salen de la casa y A.H.B .señala con el dedo otra promoción contigua, ya terminada: «Este edificio también lo hicimos».

Volviendo a referirse a la urbanización de Cala Molí, el promotor pregunta a A.H.B. si él también se encarga de vender viviendas, a lo que éste responde: «Sí, si queréis». «Si lo que hacéis es simplemente, o lo que quieren hacer tus clientes, es colocar un dinero, pues bueno. A partir de ahí, lo que hay que hacer es la venta y la venta se ha hecho desde mi despacho también», en alusión a las obras que están contemplando.

Posteriormente, se dirigen a la vecina Cala Tarida, y en los terrenos que ofrece A.H.B., éste explica los límites del solar, situado en primera línea de mar, y las virtudes urbanísticas del emplazamiento. Allí aprovecha para dejar constancia de que algunas viviendas del lugar «las construí yo hace años».