Geoff Ward (1947) agradece los viajes que le acercan al mar. El embajador de Nueva Zelanda añora el oleaje que le roban sus largas estancias en Madrid. Cuando retorne a su país natal en Navidad, alquilará una casita al lado de la costa para quizá disfrutar de la tabla de surf, como en su juventud. Alto, fornido y campechano, su temperamento dista del arquetipo del diplomático remilgado.

Muestra un tenaz empeño por unir a su país con otro que vive en las antípodas, España, aunque no siempre le resulte sencillo. Trabaja con empresarios y universidades para potenciar el intercambio. Hoy visita al president Jaume Matas y al responsable de la Cámara de Comercio de Mallorca, Joan Gual de Torrella.

-¿Cómo han encajado las pruebas nucleares de Corea del Norte ?

-Es una decisión muy desafortunada porque ya existen muchas tensiones en la región como para añadir una más. No necesitamos una competición nuclear en la zona. No creo que la seguridad de Corea del Norte dependa de este tipo de armas. Nueva Zelanda defiende las políticas de no proliferación.

-Por su carácter insular, y con un territorio comparable al de Gran Bretaña, ¿cómo afrontan los procesos migratorios?

-Somos un poco raros en el mundo de hoy. Tenemos un programa de inmigración hacia Nueva Zelanda. Buscamos 40.000 ó 50.000 inmigrantes cada año, lo que representa el 1% de nuestra población. Vienen personas de todo el mundo, no existen cuotas, es un sistema universal. La mitad procede de Asia y Pacífico, pero también llegan personas de Italia, Grecia, Croacia, Holanda, Alemania, Irak...

-¿Cómo evitan las tensiones entre las distintas culturas?

-No quiero esconder la existencia de dificultades pero si las comparamos con otros países, resultan pequeñas. En cuanto a la inmigración ilegal, estamos rodeados de un mar muy grande. Nuestros vecinos más próximos están a 2.000 kilómetros.

-Defina las relaciones entre los pueblos de España y Nueva Zelanda.

-En una sola palabra, excelentes. Pero se puede hacer mucho más. El año que viene España abre su embajada en Nueva Zelanda mientras nosotros hicimos lo propio con Madrid en 1992. Trabajo mucho para establecer lazos en sectores como el de la educación, la investigación y las empresas. En los últimos dos años tres compañías de software se han implantado en España, una de ellas en Mallorca dedicada al ámbito médico (Orion). Nueva Zelanda no sólo es una finca conocida por la carne, el marisco, los kiwis y la lana. Hoy tenemos empresas de alta tecnología en la náutica y la informática. También la industria cinematográfica, y en especial la dedicada a los efectos especiales, es importante [en Nueva Zelanda se rodó El señor de los anillos].

-¿Qué oportunidades tienen los empresarios mallorquines en su país?

-No conozco ninguna empresa española que tenga su base en Nueva Zelanda. Nuestro mercado es el más abierto del mundo pero las exportaciones de España no han crecido en los últimos tres años.

[Geoff Ward asistirá desde el jueves hasta el sábado a la regata de grandes veleros que se celebra en la Bahía y a la que acuden unas ocho empresas náuticas neozelandesas]