La llegada de un frente frío desplazará la masa de aire caliente procedente del norte de África que se ha establecido en el Mediterráneo desde hace una semana y que ha provocado una importante concentración de la polución. Actualmente la contaminación se condensa en superficie y hasta unos mil metros de altura. Con la previsible llegada de lluvias mejorará la visibilidad y desaparecerá el bochorno.