La implantación de una tasa y un nuevo impuesto sobre el alquiler de vehículos cuenta con la oposición mayoritaria de los empresarios baleares.

El conseller de Economía y Hacienda, Lluís Ramis d´Ayreflor, había asegurado el pasado lunes que la medida fiscal era fruto del consenso. Incluso el presidente de la agrupación mayoritaria por número de asociados (Aevab), Ramón Reus, accedió a hacerse la foto ante la prensa y bendecir el gravamen.

La supuesta balsa de aceite saltó ayer por los aires. El presidente de la patronal Caeb, Josep Oliver, se destapó ayer con unas declaraciones rotundas contra el tributo que el Govern balear presenta hoy en el Parlament dentro del proyecto de ley de acompañamiento de los presupuestos de 2006.

En el subconsciente de los industriales locales colea la ecotasa. "Es equivocado que una vez más los Governs utilicen los impuestos con ligereza. Ni la sanidad ni el medio ambiente deben ser sufragados con impuestos adicionales sobre los clientes que visitan el archipiélago", señaló Oliver.

El presidente de Caeb expresó su malestar por la inexistencia de "contactos ni comunicación entre el Govern y la Federación Empresarial Balear de Transportes, y se haya consensuado aparentemente con sólo una parte del sector del rent a car".

Ramis d´Ayreflor, "nervioso"

Ramón Pujol, presidente de Baleval, la otra asociación del alquiler de automóviles que aglutina a las grandes compañías y al 80% de los coches (Baleval), mantuvo ayer por la mañana un encuentro con Ramis d´Ayreflor. El resultado de la conversación fue magro. "El conseller estaba nerviosísimo y no nos ha podido explicar nada. Asegura que el borrador no está listo", aseveró.

Con la implantación del impuesto el Govern pretende recaudar 12,5 millones de euros que irán destinados a la sanidad balear. Además, confía en regular el sector, donde, según afirma, un grupo de ocho compañías con sede en el aeropuerto obtienen pingües beneficios de la exportación de vehículos gracias a las exenciones en el impuesto de matriculación y el IVA.

Según Ramón Pujol, el conseller Ramis d´Ayreflor le tuvo que reconocer ayer que no tenía ninguna prueba de empresas que cometieran fraude fiscal y acabó por pedirle perdón.

Por la tarde, Pujol se entrevistó con cerca de 80 empresarios indignados. Entre los presentes, dijo, se hallaban numerosos asociados de la otra agrupación del alquiler de vehículos (Aevab). Éstos se comprometieron a solicitar una asamblea en las próximas horas para desautorizar a su presidente Ramón Reus.