López Guerra también se refirió a la situación de los inmigrantes en la fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos para resaltar la necesidad de encontrar el "equilibrio" entre la protección con "respeto" y "dignidad" de los derechos humanos de los inmigrantes y el cumplimiento de la regulación estatal sobre la entrada y salida de trabajadores extranjeros, en lo que calificó como un "problema global y de fondo" que va "mucho más allá" de las competencias y de las disponibilidades reales de España y Marruecos.