El modelo turístico lo fija principalmente el cliente, que es quién elige su destino vacacional, y no tanto los políticos o los propios empresarios del sector, según advirtió ayer el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, ante la oferta lanzada por el president del Govern, Jaume Matas, y asumida por la oposición, de pactar una reforma de dicho modelo en Balears. A su vez, el presidente de la asociación de Agencias de Viajes (Aviba). Jaume Bauzá, señaló que ese pacto puede ser positivo si se enmarca en un acuerdo entre partidos de no utilizar el turismo como un arma política.

Pere Cañellas subrayó que, a la hora de plantear cambios en el tipo de oferta que Balears debe lanzar al mercado, "me temo que hay decisiones que no se pueden tomar desde la Administración, o incluso desde las empresas, sin contar con la demanda. A veces me preocupa ver como los políticos debaten temas que precisarían de análisis mucho más profundos".

Como ejemplo, Cañellas apuntó que cualquier pretensión de atraer a turistas de más poder adquisitivo pasa necesariamente por contar con hoteles de mayor categoría. Además, recordó que el modelo turístico "no es una foto fija, porque no ha dejado de evolucionar, y todos aspiramos a que mejore".

Fuera de la guerra política

A su vez, Bauzá destacó que la prioridad, a la hora de plantear cualquier acuerdo entre partidos políticos, es el de dejar de utilizar el turismo como arma arrojadiza de unos contra otros, dada la importancia de esta actividad para el archipiélago.

En opinión de los empresarios, el papel básico de la Administración en estos temas es el de favorecer la mejora de las infraestructuras y del entorno, "no sólo para los turistas, sino para todos los isleños", según destacó el presidente de la patronal Caeb, Josep Oliver.

Oliver hizo un llamamiento especial a los ayuntamientos, al considerar que éstos deberían implicarse mucho más en todas las cuestiones vinculadas con la actividad turística.