Promotores inmobiliarios y constructores han puesto reparos al pacto alcanzado entre el Govern y los agentes sociales respecto a la puesta en marcha de un proceso de reconversión hotelera. Los presidentes de ambas asociaciones sectoriales no se han opuesto frontalmente al cambio de uso propuesto para los alojamientos obsoletos que lo deseen pero, al igual que los sindicatos, creen que se debe aprobar el sistema, pero con condiciones.

El presidente de los promotores, Gabriel Oliver, ha lamentado que "en una operación de esta importancia se ha echado a faltar en la mesa de diálogo social la representantes de la ordenación territorial y del urbanismo". Ha manifestado su comprensión ante la importancia que se ha concedido al tema social en la mesa, pero ha indicado que la conversión de hoteles obsoletos en viviendas u otro tipo de uso "contradice la filosofía de los planes generales" ya que ello "no encaja en el nuevo modelo urbanístico" que se está aplicando. Oliver cree que este cambio de uso permitirá "mantener durante 100 años a unos edificios que no están en condiciones de perpetuarse".

No habrá café para todos

El presidente de los promotores añadió que "en algunas zonas es necesario el esponjamiento y en otras rebajar el número de plantas de los edificios. En este tema no es posible el café para todos", indicando que el cambio de uso no es la solución para todos los casos. Indicó también que más que estudiar caso por caso, "sería necesario estudiar zona por zona, e incluso manzana por manzana", ya que puede adoptarse una solución determinada para una manzana concreta pero no sirve la misma salida para la manzana contigua. "Se trata de estudiar el volumen del inmueble y no su uso futuro", y además entiende que destinar los hoteles a viviendas sociales "es absurdo".

El gerente de la asociación de constructores, Manuel Gómez, también desconfía de la reconversión hotelera ya que "si se paga con el bolsillo de las empresas privadas, no hay nada que objetar pero si se hace con dinero público es otra cosa", ya que "se estaría amortizando con presupuestos públicos a hoteles que ya han sido amortizados en su momento, por lo que sería una solución discutible".

Manuel Gómez añadió que "a nuestro sector le interesa el trabajo, por lo tanto, nos es indiferente si el trabajo consiste en rehabilitar hoteles o viviendas". El experto señaló que "queda por saber si el plan trata de recuperar zonas degradadas", y, si fuere así, "la utilización de dinero público debe ser comedida". Gómez indicó que este proyecto de reconversión "debe evitar los agravios comparativos", refiriendose a las duras condiciones que se exigen a algunas promociones mientras que a otras se les darían amplias facilidades.