La agricultura de invernadero ha experimentado en Mallorca un importante crecimiento a lo largo de los últimos años y se ha consolidado como una de las alternativas más rentables a la agricultura tradicional del campo mallorquín. Un claro ejemplo de la rentabilidad de estas explotaciones agrícolas, en las cuales se practica una agricultura intensiva o también denominada cultivo bajo plástico, es la empresa Agroïlla. Según explicó a DIARIO de MALLORCA el presidente de Agroïlla, Pep Mestre, "el pasado año tuvimos unas ventas de 34 millones de kilogramos, lo que supuso unos beneficios totales para nuestra empresa de aproximadamente unos 4.000 millones de las antiguas pesetas (24 millones de euros)". Esta entidad, formada por un grupo de agricultores de diferentes pueblos de Mallorca, es también el claro ejemplo de que si se aplican técnicas empresariales y máxima profesionalización la actividad agrícola y ganadera en Mallorca es rentable.

Agroïlla fue fundada en el año 1992 por un grupo de payeses que vieron la necesidad de cambiar la orientación de las estructuras agrarias tradicionales debido a las nuevas exigencias del mercado. Un grupo, a través de Unió de Pagesos y Mercapalma, viajó a Almería para coger ideas y poner en funcionamiento lo que actualmente es Agroïlla, una de las principales empresas rentables del sector agrícola de Balears.

Agroïlla está compuesta por 15 socios productores, los cuales básicamente se ubican en las zona de Manacor y la Part Forana de Palma y se dedican a la producción de productos hortícolas. Entre todas las explotaciones de que disponen para el cultivo de sus productos dan trabajo a unas 400 personas, de las cuales la mitad son inmigrantes. Destaca la presencia, sobre todo, de colombianos y marroquíes, además también trabajan algunos chilenos y polacos. Muchos de estos inmigrantes son contratados desde su país de origen para trabajar durante la temporada de siembra y recolecta, unas tareas que duran alrededor de nueve meses. Esto es posible mediante un convenio que Agroïlla tiene con Unió de Pagesos. El convenio también implica el pago del billete de avión y la estancia en la isla de los temporeros.

El cultivo bajo plástico está muy relacionado con los avances tecnológicos en el campo de la agricultura, lo que ha facilitado el aumento de la productividad y de la calidad de los productos. En Mallorca la agricultura intensiva de invernadero produce hortalizas prácticamente a lo largo del año, de forma principal durante las estaciones de primavera, verano y otoño. Los cultivos hortícolas que se siembran varían en función de cada época del año, a excepción de las verduras, que se cultivan de forma ininterrumpida a lo largo del año para abastecer a la demanda existente durante los doce meses.

Agroïlla, además de su propia producción, compra género a agricultores almerienses para cubrir la gran demanda existente en la isla durante la temporada alta y la falta de algunos productos hortícolas que en Mallorca no se producen, o bien por el clima a por las características de la tierra.

Mercado interior

La mayor cuota de mercado que tiene Agroïlla se encuentra en Mallorca, a pesar de que también exporta algunos productos a Barcelona. Sus ventas al exterior son muy reducidas, en torno a un 2 por ciento de la producción total y están representadas por productos mallorquines como el pebre mallorquí, la tomàtiga de ramellet o la ceba blanca.

Según las manifestaciones de Pep Mestre "el futuro de Agroïlla pasa por expandir la cuota de mercado al resto de Balears y seguir manteniendo la calidad de los productos que producimos en nuestras explotaciones agrícolas". Mestre añade que "los cultivos hidropónicos serán el futuro de la agricultura de invernadero, puesto que tienen muchas ventajas". Los llamados cultivos hidropónicos son los que crecen en el agua y se alimentan mediante sustratos, sin necesidad de estar en contacto con la tierra.

Respecto al futuro de la agricultura tradicional en Mallorca, Mestre lo ve "muy difícil, puesto que existe un mercado consumidor muy exigente al que los payeses, si no se adaptan plenamente a los avances tecnológicos, no podrán acceder".

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el dato

El secreto de la producción agraria está en conocer lo que demanda el mercado

Uno de los secretos que están poniendo en práctica las nuevas empresas de agricultores que se dedican al cultivo en el invernadero es conocer a la perfección lo que demanda el mercado. Con estos datos adaptan sus explotaciones de frutas y hortalizas a la producción que les reclamarán los agricultores y cultivarán las especialidades más requeridas.

Antiguamente cada agricultor producía lo que le venía en gana y ello provocaba excedentes en la producción y bajadas de precios.