Los habitantes de Mallorca padecieron ayer un gran agobio debido a que la sensación térmica se disparó desde primeras horas de la mañana. La alta humedad ha sido la culpable de que se tuviera la sensación de que existía una ola de calor pero lo cierto es que la temperatura ayer bajó en Palma, pese a que resulta difícil de creer.

El centro zonal de Meteorología registró una máxima de 30 grados, cuatro menos que durante la jornada anterior, según informó su director, Agustí Jansà. A la vez, indicó que "la humedad es tremenda, con un 85 por ciento a las dos de la tarde". Dicho porcentaje suele registrarse por las noches pero no en pleno mediodía, aunque Jansà señaló que la existencia de una alta humedad "ayuda a que las máximas no se disparen". El director del centro meteorológico añadió que ayer el régimen de brisas se adelantó a su horario normal, lo que contribuyó a que disminuyera la temperatura máxima.

Mientras tanto, Gesa está notando los efectos de las altas temperaturas con un aumento del consumo de energía eléctrica, aunque no llega a los baremos registrados el año pasado, cuando se batieron todos los récords.

La portavoz, Magdalena Frau, manifestó que desde hace varios días está subiendo el consumo, pero los registros muestran que se está unos 100 megavatios por debajo de la punta de consumo récord del mes de julio pasado, contabilizada el día 22.

Frau añadió que en líneas generales, el consumo eléctrico está un 10 por ciento por debajo del de 2003, año en que se batieron todos los récords, y la punta máxima se alcanzó el 19 de agosto pasado.

Según indicó la portavoz de Gesa, ayer no fue un día especialmente activo, ya que tradicionalmente los viernes son jornadas de menos consumo.