La conselleria de Medio Ambiente, que dirige Jaume Font, irá remitiendo al juez todas las peticiones para la perforación de nuevos pozos cuya documentación levante sospechas de manipulación, después de la interposición de una denuncia conjunta, con el Consell de Mallorca, por presunta falsedad documental, al detectarse en varios casos que la cédula de habitabilidad que se aportaba era falsa. La investigación del caso, en manos del juzgado de instrucción número once de Palma, está aún en fase embrionaria, aunque no se descarta la posible existencia de una trama que trafique con cédulas de habitabilidad manipuladas.

Según explicaron ayer fuentes de la conselleria de Medio Ambiente, desde diciembre de 2003 (fecha en que se acordó la derogación de la moratoria de pozos) hasta este mes de julio se han tramitado unas 600 peticiones para nuevos pozos. Buena parte de ellas, según la Conselleria, han sido resueltas, mayoritariamente, a favor del solicitante y precisamente las que incorporaban cédulas de habitabilidad falsas fueron detectadas una vez admitidas a trámite al analizarse con detalle la documentación.

Máxima atención

Desde la Conselleria se apuntó ayer que han confirmado la falsedad de diez de las cédulas ya aportadas y que otras tres están siendo contrastadas para verificar si también han sido alteradas, no descartándose que puedan hallarse cédulas falsas en el cupo de peticiones de nuevos pozos que hoy por hoy están en trámite pero aún pendientes de resolución.

En este sentido, la Conselleria apuntó que, ante cualquier sospecha de manipulación de los permisos de habitabilidad, se dará cuenta de los mismos al Consell, para su comprobación, y al juez instructor del caso.

Los pozos han dado la pista sobre la utilización de cédulas de habitabilidad falsas, pero el hallazgo de otra cédula supuestamente manipulada que no se incluye en ningún expediente de pozos ha levantado la sospecha de que las cédulas falsas puedan utilizarse para otros fines.

Aunque es sólo una sospecha, se teme que a partir de cédulas manipuladas puedan instarse ampliaciones de viviendas (que jamás han tenido esa categoría) en suelo rústico, consiguiendo así la transformación de una casa de aperos o una ruina en un chalé.

Tanto el conseller de Medio Ambiente, Jaume Font, como el conseller de Ordenación del Territorio del Consell de Mallorca, Bartomeu Vicens, decidieron de inmediato poner los hechos en conocimiento de la Justicia y reiteran que ambas instituciones son las primeras interesadas en que se esclarezcan los hechos, el alcance de la falsificación de cédulas de habitabilidad, y, por supuesto, la autoría de dichas falsedades.

En principio, los peticionarios de las autorizaciones de pozos que han aportado están en la primera línea de la investigación, aunque todo parece indicar que no necesariamente serían quienes han procedido a la manipulación de las cédulas.

Se da la circunstancia de que en todas las cédulas sospechosas (incluida la detectada por el Consell y que no se refiere a un pozo), se observan las mismas irregularidades. Así, en todos los casos, a partir de una cédula real se modifican algunos de los datos de la misma, siguiendo un mismo sistema.

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LOS DATOS

en trámite

Las cédulas de habitabilidad falsas se detectaron en el proceso de tramitación de las solicitudes.

Sistema común

En todos los documentos manipulados se observa un sistema común de sustitución de datos de una cédula original.

los autores

Los titulares de las peticiones de pozos que incluyen las cédulas falsas están en el punto de mira, pero no se descarta que quienes hayan ejecutado la manipulación sean otras personas.

nuevas sospechas

La Conselleria tiene en este momento tres peticiones pendientes de confirmar su supuesta manipulación.

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normativa

La extracción de agua, sujeta a limitaciones

En diciembre de 2003 se levantó la moratoria dictada por el Pacte de Progrés sobre la autorización de nuevos pozos y desde entonces han llegado a la conselleria de Medio Ambiente unas 600 peticiones. La Conselleria indicó ayer que la mayoría de solicitudes son resueltas favorablemente, pero que están sujetas a restricciones. Así, se explicó que las nuevas autorizaciones se limitan a pozos de uso particular en viviendas -de ahí la necesidad de que se aporte la cédula de habitabilidad- y con unos caudales máximos de extracción de 200 metros cúbicos anuales.

Además, los caudales máximos instantáneos y anuales se determinarán caso por caso y se hacen constar en la autorización. Igualmente, según refleja la nueva normativa aprobada por la conselleria de Medio Ambiente, en las concesiones y autorizaciones que se concedan el máximo extraíble podrá ser modulado por la administración hidráulica en función de la situación de los acuíferos, sin que las variaciones que se impongan den derecho a indemnizaciones.