El Consell de Mallorca elevará a pleno el próximo lunes el pago de 3,2 millones de euros entre 2005 y 2016 a la compañía concesionaria del Túnel de Sóller a modo de peaje administrativo por la instalación de un nuevo dispositivo de control y su mantenimiento, así como un estudio de medición de tráfico.

De acuerdo con el texto del convenio que se verá en la sesión plenaria, la propia compañía concesionaria cifra en 1,3 millones de euros el proyecto, consistente en el establecimiento de un circuito cerrado de televisión con cámaras equipadas con detectores automáticos de incidencias gestionados desde un centro de control, así como un sistema de megafonía interior y equipamientos en los accesos del túnel con señalización vertical.

Sin embargo, ambas partes acuerdan elevar la cuantía a 3,2 millones para "poder garantizar el equilibrio económico financiero de la sociedad", dados los efectos que producirá el sistema de control en la empresa. La concesionaria deberá velar por el correcto mantenimiento del sistema. Además, antes del 31 de enero de cada año, presentará una medición real del tráfico habido en el túnel.

La institución presidida por Maria Antònia Munar desembolsará la cuantía por ser la entidad gestora de las competencias de carreteras desde enero de 2001. Según se explica en la documentación, estos dispositivos de control no son obligatorios en el caso de Túnel de Sóller porque su puesta en marcha fue posterior a la entrada en vigor de la normativa que exige dichos requisitos. Sin embargo, "el Consell de Mallorca considera que se han de llevar a término a fin de mejorar la seguridad de la circulación del Túnel de Sóller .

Cabe recordar que un informe del Real Club Automóvil de España (RACE) señalaba el túnel de Sóller como el peor valorado por los inspectores por varias deficiencias: se trata de un único tubo con tráfico en ambos sentidos. No existen rutas alternativas o vías de escape adicionales ni señalización sobre la dirección en la que escapar en caso de emergencias. Además, subrayaba la falta de una radio interior, así como de cámaras de vídeo de vigilancia. También se apuntaba en el citado informe del RACE que las marcas viales y la visibilidad dejaban bastante que desear.