El secretario general del PSIB, Francesc Antich, consideró ayer que la crisis que ha vivido el partido durante casi un año con un duro enfrentamiento interno entre sectores "se debió a un proceso en el que pesaron mucho cuestiones personales", más que ideológicas, por lo que "es difícil buscarle la lógica a lo que ha ocurrido". No obstante, reconoció que "cuando hay críticas o confrontaciones es porque hay cosas que no se están haciendo bien" y que "en el partido ha fallado sobre todo el diálogo por lo que hay que hacer autocrítica y que lo ocurrido sirva para aprender a mejorar".

Antich realizó estas declaraciones un día después de que Francina Armengol, de la que ha sido valedor hasta el final, fuera reelegida secretaria general del PSOE de Mallorca tras alcanzar un acuerdo con el sector crítico que le permitió recibir el respaldo del 71 por ciento de los votos. Este porcentaje fue superior al alcanzado por Antich en su reelección al frente del partido, para la que obtuvo el 63,5 por ciento de los votos, lo que sirvió para que los críticos consideraran que el Congreso insular dejó en mal lugar al secretario balear, al no haber sido capaz de llegar a acuerdos como Armengol.

Para Antich, ese argumento "es una consigna que dieron algunos para intentar salir airosos y buscar culpables". En este sentido, recordó que en el Congreso balear él ofreció la inclusión "de tres críticos para una Ejecutiva de 16 miembros y no aceptaron", mientras que en el insular "se planteó la entrada de 4 críticos en una Ejecutiva de 24 miembros y sí se aceptó".

Resaltó que llegar a acuerdos exigía un tiempo para que "las cosas maduraran y poder unificar posturas", que fue lo que ocurrió en el Congreso de Mallorca. Reiteró que, en lo que a él se refiere, "sigo con la mano tendida, con la voluntad de cohesionar al máximo y que el partido se prepare para ganar las elecciones en 2007, para lo que es necesario dejar de mirarnos el ombligo".

A su juicio, en el congreso que celebró el PSOE insular para elegir los delegados que asistirían al Congreso federal del partido, el líder del sector crítico, Damià Cánoves, "ya decidió no presentar su candidatura para la secretaria general insular tras ver el reparto de fuerzas". Junto a ello, mientras que el sector oficialista "estaba muy cohesionado", entre los críticos "había sensibilidades muy diferentes". Los críticos tampoco extrajeron un mensaje alentador en el Congreso federal, mientras que en el balear la dirección nacional del partido dejó claro su respaldo a Antich, "que siempre había tenido a pesar de que algunos tuvieran interés en dar a entender lo contrario".

Ese proceso "ayudó para el acuerdo, junto a mucha gente que apostó por tranquilizar". Antes, tras el Congreso del PSIB, los críticos "cambiaron de estrategia y rebajaron sus postulados". Esta rebaja se plasmó en la ponencia consensuada para el Congreso insular, en la que "hubo mejoras, pero no cambios profundos sobre la inicial".

No obstante, "el partido ahora debe mirar hacia el futuro". Añadió que "a pesar de las diferencias, de que en estos procesos hay personas que sufren y se abren heridas, hay que dejar atrás todo eso". Como líder del partido afirmó que siente "agradecimiento hacia todos, sin exclusión, por el esfuerzo para que se haya avanzado en la cohesión".

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EL DATO

Bellón elude pronunciarse sobre la exclusión de Ponent

El senador Joaquín Bellón, que controla junto a Ramón Torres la agrupación de Ponent, cuyos representantes críticos fueron excluídos de la Ejecutiva de Armengol, eludió ayer pronunciarse sobre este asunto. "Creo que Armengol ha hecho la ejecutiva que considera adecuada para lograr el objetivo de ganar el Govern y el Ayuntamiento en 2007", por lo que "si logra ese objetivo de este modo, bienvenido sea"