Los secretarios de las federaciones de hostelería y comercio de UGT y CCOO, Antonio Copete y Rafael Borrás, respectivamente, admitieron ayer su pesimismo ante la forma en que se desarrollo la reunión de la Mesa del Diálogo Social convocada por el Govern. Los dos representantes sindicales admitieron su preocupación ante la negativa de los consellers y los empresarios a admitir que existe una "crisis" en el sector de la hostelería o que un número importante de las plazas de alojamiento se han quedado obsoletas. "Si no se quiere admitir el problema, será difícil que se adopten las medidas necesarias", indicó el responsable de UGT. Tanto Copete como Borrás subrayaron que el drama con que se encuentran los sindicatos es el creciente número de hoteles que desde su inauguración han abierto todo el año y que ya están comunicando a sus plantillas que este próximo invierno van a cerrar. Por su parte, desde el PSOE se reiteró ayer al Govern su oferta de diálogo para redefinir el modelo turístico, y se destacó que para favorecer la desestacionalización es necesario diversificar la oferta y una mayor financiación.