Las amplias sonrisas y comentarios que ayer por la mañana realizaba la delegación balear asistente al 36 Congreso Federal del PSOE trasmitían la imagen de satisfacción y convencimiento de que el PSIB ha triunfado en este cónclave y que el líder balear, Francesc Antich, ha salido reforzado, tras colocar a la secretaria general de Mallorca, Francina Armengol, y a la presidenta del Consell de Menorca, Joana Barceló, en los máximos órganos del partido. Armengol se estrenó ayer como miembro de la Ejecutiva nacional, mientras que la líder menorquina, Joana Barceló, entró de nuevo en el Comité Federal del partido, del que ya formaba parte. El impulso que José Luis Rodríguez Zapatero quiere dar al Consejo Territorial, en el que estarán todos los secretarios regionales, añade una presencia más de Balears a los máximos órganos del PSOE.

Madrid da por hecho que esa presencia en el Consejo Territorial será la de Antich, es decir, que no tendrá problemas para repetir como secretario general. A sólo una semana de que se celebre el congreso regional, Antich regresa de Madrid con la imagen de quien cuenta con el respaldo del líder del partido, Zapatero.

Los críticos, que entre sus tesis incluían la del poco peso que tenía el líder balear en Madrid, se verán obligados a revisar su inicial estrategia. Miembros de este sector reconocían ayer que el resultado del Congreso Federal les obligará a "esforzarse mucho", a sólo una semana de que Antich se presente a la reelección. Los críticos que capitanea el secretario de organización del PSIB, Damià Cànoves, mantienen su intención de hacer pública su "alternativa", lo que esta previsto que ocurra hoy. Sin embargo, no aclaran si esa alternativa para el Congreso regional del próximo fin de semana incluirá un candidato que dispute la secretaría general a Antich o se tratará de un proyecto diferente al de los oficialistas.

En el caso del Congreso del partido en Mallorca sí está claro que habrá una candidatura crítica frente a Armengol: la de Cànoves. El resultado del Congreso Federal tampoco es en este caso favorable a los críticos, toda vez que Armengol sale también fortalecida. El interrogante sigue siendo la agrupación de Ponent, controlada por Ramón Torres y el senador Joaquín Bellón, que cada vez intentan acercarse más a los oficialistas a la búsqueda de un acuerdo basado en que la dirección insular matice sus presupuestos más nacionalistas.

Llamada a la unidad

Antich, quien no ocultaba su satisfacción -"Zapatero ha cumplido'-, eludió dejarse llevar por los personalismos. "No soy yo quien sale fortalecido, sino el PSOE balear, todo el PSOE balear sin excepción", afirmó. Añadió que "si Balears tiene esta representación en Madrid es gracias al esfuerzo de todos los militantes, sean críticos, oficialistas o tengan las opiniones que tengan".

Sostuvo que, si bien se siente "satisfecho y orgulloso" de haber gestionado la entrada de Armengol y Barceló en los órganos del partido, "quienes realmente han impulsado a estas personas son los militantes de Balears, al elegirlas".

El secretario general aprovechó el discurso con el que Zapatero cerró ayer el Congreso para lanzar un mensaje en clave interna. "Este Congreso acaba con un llamamiento a todos los socialistas a la unidad, desde la pluralidad y la diversidad, para dar la mejor respuesta a los ciudadanos que tienen puestas sus esperanzas en nosotros". Por ello, consideró que "lo que debe salir de los próximos congresos regional e insulares son las bases para llegar al Govern en las próximas elecciones autonómicas".

Añadió que esta llamada a la unidad "es un mensaje a todos, críticos y oficialistas, ya que este es un partido que sólo tiene sentido si su prioridad es la de trabajar por los ciudadanos y cumplir con nuestros compromisos hacia ellos".