"En el País Vasco hay más cosas además del terrorismo", afirma con rotundidad la joven directora Mireia Lluch. Quién mejor que ella para transmitir la riqueza de Euskadi, tierra injustamente conocida casi en exclusividad por el terrorismo etarra, a través del lenguaje cinematográfico. Lo hizo en Kontrastasun, uno de los cortometrajes incluidos en !Hay motivo¡, largometraje que ayer se exhibió en el Club de DIARIO de MALLORCA.

Su padre, el ex ministro Ernest Lluch, que falleció asesinado por la banda de criminales, era un gran amante de lo vasco y de los vascos y se dejó la vida, literalmente, por resolver el conflicto que asola la comunidad euskalduna. De él aprendió a amar Euskadi y, a pesar, o precisamente por ello, de haber sufrido tan directamente el horror de la sinrazón terrorista, Mireia Lluch plasmó en Kontrastasun su visión particular sobre los ciudadanos vascos. "Me pidieron que reflexionara sobre el País Vasco", explica Lluch cuando recuerda cómo se fraguó el largometraje que reunió a 32 directores del cine español. Un mes antes de las elecciones generales del 14 de marzo se unieron para denunciar la manipulación informativa y la situación del Estado tras los últimos cuatro años, con mayoría absoluta, del gobierno del Partido Popular.

A la directora la presentó el senador Joaquín Bellón. Esta actividad forma parte de un ciclo preparado por la agrupación socialista Ponent. Una gran debilidad y enemigo de la política es "la mentira", "un bumerán que agrede al que la utiliza", criticó el senador en relación a los populares.

Para su corto, Mireia eligió el título de Kontrastasun, una palabra fácilmente inteligible. En él se exhiben esculturas de Chillida y Jorge Oteiza, junto con versos de Gabriel Celaya y silencios que aluden a los atentados y la kale borroka. Mireia, coproductora de La pelota vasca, elude opinar sobre la conveniencia de dialogar con ETA, dice que su postura al respecto corresponde a su vida privada.

El largometraje incluye una pieza de Diego Galán, ex director del Festival de San Sebastián, sobre la manipulación, atribuyendo a ETA la autoría, por parte del Gobierno de Aznar y las repercusiones de los atentados del 11-M.