Es uno de los empresarios más emblemáticos del país y, con tanta suerte para Mallorca, que ha hecho de la isla su centro operativo desde hace tres lustros. Juan José Hidalgo emergió desde los oficios más duros y por eso lucha como nadie para sacar adelante sus empresas. Tiene un talento portentoso para los negocios y cuando apuesta por algo, siempre da en la diana.

Este diario publicaba reportajes sobre el ascenso empresarial de Hidalgo en el sector turístico en la década de los 80, cuando era desconocido en España pero ya apuntaba maneras. Tras comprar la chárter mallorquina Air Europa en 1991, su crecimiento fue imparable e inapelable. Hoy tiene bajo su mando a 25.000 trabajadores y paga impuestos en Balears por más de 20 millones de euros.

-¿Qué rumbo lleva actualmente Globalia, que es una de las compañías más importantes de Balears, si no la mayor?

-Ha terminado el año un poco peor que el anterior, pero lo que más deteriora los resultados son cosas muy determinadas que se están reconduciendo, como el handling de Portugal. Las pérdidas se eliminarán para el próximo ejercicio. Este año cambiará el signo porque en nuestro negocio histórico el handling siempre fue muy importante, lo conocemos bien, y sabemos lo que nos ha ocurrido. Posiblemente no se evaluaron bien algunos costes en los contratos que se firmaron. Hay otro negocio que hemos eliminado de nuestra cartera que es el de Century 21 que también ha ido mal.

-¿La compañía aérea y la agencia de viajes pasan también por una época complicada?

-Yo diría que los negocios clásicos, Halcón y Air Europa, han mejorado sus resultados sobre 2006. Otro negocio con el que también tendríamos un buen resultado pero finalmente no ha sido así es la explotación hotelera (Oasis Hotels & Resorts). Hemos cogido de golpe 8.000 camas en 2007, lo que ha supuesto la reorganización interior y el asentamiento de ese negocio, pero este año está reconducido y ya está otra vez como a mi me gusta, controlado y que cuando algo va mal, saber por qué.

-Pese a estos obstáculos, sigue aumentando su facturación y plantilla.

-El grupo facturó en 2007 un 20% más que el año anterior, cerró con 4.095 millones de facturación y crecimos de 13.000 a 25.000 trabajadores, que es lo verdaderamente importante. Los beneficios subieron un 20% menos que el año anterior pero este año el crecimiento no será tan fuerte y sí llegaremos a 4.200 millones, un 10% de aumento y los resultados volverán a incrementarse.

-¿Prevé estabilidad en el transporte aéreo y el turismo?

-Hay un problema grave, que está subiendo el sobrecoste del combustible que hace que los resultados sufran porque no es posible trasladarlo al cliente. Hay exceso de oferta en este país porque han aparecido un montón de compañías y la prueba son los resultados: Spanair cierra con 32 millones de euros en pérdidas, Vueling con 50 millones, Clickair con otros 40 o 50 millones de pérdidas y esto influye mucho a la hora de la competitividad. Hay tanta oferta y desesperación por coger clientes que afecta a la cuenta de resultados.

-¿Teme una crisis en el transporte aéreo?

-Aunque la crisis está anunciada todavía no se la ve por ningún lado. Ha llegado la crisis a la construcción pero no al ocio, el turismo y las personas que quieren vivir la vida no padecen ninguna crisis. Se nota un poco de ralentización pero no se le puede llamar crisis, sólo algo menos de consumo. La Bolsa no está bien y se obtiene menos rentabilidad, pero creo que podemos estar tranquilos porque las cosas van a seguir defendiéndose bien.

-¿No ha tenido interés en comprar Spanair?

-Spanair es una empresa que desde que nació no ha dado resultados, ha sido una gran desinversión por parte del grupo escandinavo constantemente y ahora ha decidido que como estrategia no le interesa ni seguir poniendo dinero y se la quiere quitar del medio. Yo la estudié pero no ví posibilidad de integración en nuestra empresa porque es totalmente moderna y a Spanair había que modernizarla y reconducir esta empresa era muy difícil porque había que entrar en conflicto con los pilotos, y no era una cuestión que nos interesara.

-Con Spanair hubiera podido absorber una parte importante del tráfico doméstico.

-Ahora hay mucha actividad de negocio interior y habrá muchos problemas en el transporte aéreo, porque el AVE se comerá el tráfico entre Madrid y Barcelona, Málaga, Asturias y Levante así que España estará bien comunicada por ferrocarril y autopistas. De esta forma considero que no debíamos meternos en esa aventura.

-¿Están en crisis las aerolíneas tradicionales?

-Cada uno tiene que pensar en su estrategia de futuro. Nuestra idea es dejar lo que tenemos montado bien estabilizado y apostar por la larga distancia, creciendo en las líneas que estamos cubriendo. Este verano volarán siete aviones a Punta Cana y otros siete a las Américas. Es un hecho esta consolidación.

-En cuanto al negocio hotelero, ahora ha incorporado propiedades nuevas en Mallorca.

-Tenemos un hotel de la familia Nadal (se refiere a la del tenista de Manacor) y en Mallorca estamos interesados en coger algún establecimiento más sobre todo en la zona del Arenal. Si sale alguna oportunidad la analizaremos.

-¿Esto significa que cree en el futuro del turismo en Mallorca?

-¡Sí, sí! Hay algunos empresarios con hoteles propios que les cuesta sacarlos adelante, y nosotros podemos ofrecerles analizar cualquier situación, porque nuestro grupo ya trae muchos clientes a Mallorca. Ya estamos por encima de los 150.000 y cualquier propuesta que nos hagan es analizable.

-¿Quiere ampliar las inversiones hoteleras en otros destinos?

-Ahora abriremos en Madrid un establecimiento de 600 habitaciones junto al aeropuerto. Tendremos otros 150 apartamentos en Vallecas y estamos terminando un hotel en propiedad en Talavera de mucho lujo que se inaugurará en mayo.

-¿También se expansionará en la hostelería vacacional?

-Hay otros hoteles nuevos en Canarias y queremos expandirnos en Santo Domingo y en Cuba. Tenemos cuatro hoteles en República Dominicana, estamos renovando y ampliando algunos de ellos, con centros de convenciones y habitaciones de lujo.

-Por tanto su cadena hotelera, que nació mediante la incorporación de un primer establecimiento en Mallorca, se está consolidando.

-Este año Oasis sobrepasará las 12.000 habitaciones, ya que incorporaremos entre ocho y diez nuevos hoteles durante este año.

-El hangar de Son Sant Joan ha dado buen resultado y se va a ampliar.

-Sí, está en proyecto ampliarlo, tenemos suelo y la idea es tener un nuevo edificio en un par de años, aumentando la productividad. La primera experiencia ya se ha consolidado, es un acción importante para la compañía, hacemos mantenimiento de nuestros aviones al 100%, no tienen que salir fuera, hacemos overhaul (revisión total de los aviones) y se ha dado un gran paso.

-Un día tomó la decisión de construir usted solo el hangar, sin la participación de otras compañías y tras 15 años de retrasos, ¿está ahora satisfecho del paso dado?

-Estamos muy contentos, intentamos hacer nuestra propia formación mediante nuestros propios simuladores de vuelo y ahora traeremos otros dos instrumentos de este tipo.

-¿Tiene otros planes inmediatos en Mallorca?

-Empezaremos un edificio paralelo en Llucmajor. Construiremos otros diez mil metros de oficinas para desalojar el edificio de los simuladores y así la administración de la empresa crecerá. Se eliminarán sistemas de reservas de otros puntos de España y se concentrará todo aquí. Estos dos nuevos simuladores va a favor de nuestra propia gente que no tiene que salir a Europa para formarse, y los aviones tampoco salen y así podemos dar servicio a terceros, porque si ampliamos el hangar tendremos más espacio y más personal y podremos atender a compañías que vengan de toda Europa.

-Dar servicio técnico a aerolíneas europeas es una antigua aspiración. ¿Cuándo estima que se podrá hacerlo?

-Creo que en un par de años estaremos en condiciones de ponerlo en práctica.

-Por tanto ya tiene muy estructurado el futuro de Globalia.

-Globalia tiene el futuro ya trazado, y los resultados allí están, los que declaramos en Balears. Los impuestos míos personales también se liquidan aquí, así que lo que yo genere por todo el mundo repercute en Palma. Para Mallorca esto es bueno.

-¿Es ya la principal empresa de Balears, de acuerdo con lo que declara a Hacienda?

-No sé si lo es, pero entre mis impuestos personales y los de la empresa este año entregaremos de 20 a 25 millones de euros.

-Allí está la saga familiar, su hijo Javier, que puso en marcha negocios heterodoxos.

-A Javier lo dejo hacer, es joven y tiene ideas. Ha hecho una gran marca con Pepecar y las empresas denominadas Pepe han cogido mucho nombre, y también está en internet que es el futuro de los jóvenes. Estoy contento con las cosas que hace, se ha introducido en el negocio de huertos solares, han hecho una planta que está a punto de inaugurarse en Murcia y será la mayor del mundo. Estos son negocios que los lleva él personalmente y estoy muy satisfecho.

-También usted se dedica a lo heterodoxo, como el campo de golf Maioris, del que es copropietario.

-Somos los mayores accionistas de este campo de golf que hemos construido, disponemos de mucho suelo y esperamos se recalifique y se hagan cosas importantes porque se han realizado muchas grandes inversiones como el hotel Palace de Muro.

-Mallorca es por tanto, su principal punto neurálgico y vital.

-La mayor fuerza de inversión la tenemos en Mallorca, también hacemos otras cosas en España pero sobre todo en esta isla. Pagamos aquí nuestros impuestos. Yo me siento mallorquín como empresario y por sentimiento, salmantino.