El consorcio de Turismo Joven de Balears, que en la pasada legislatura dependía de la ex consellera de Presidencia del PP, Rosa Puig, alquiló poco antes de las elecciones del 27-M dos locales a Juan Francisco Gosálbez Rodríguez, el factótum de dicho ente público en los últimos cuatro años.

Según la investigación realizada por este diario, el 14 de mayo de 2007 Gosálbez constituyó una sociedad que al día siguiente alquiló hasta 2019 su propia sede social al consorcio, para abrir en ella una sucursal de turismo juvenil. Ésta es gestionada por el mismo departamento del que él era jefe de servicios e instalaciones hasta esta semana. Gosálbez también blindó el contrato con una cláusula de rescisión que podría alcanzar a día de hoy los 300.000 euros. Desde entonces este hombre de confianza del anterior Govern percibe 4.500 euros al mes, más IVA, por el citado arrendamiento.

Los inmuebles, ubicados en el barrio palmesano de la Bonanova, suman unos 200 metros cuadrados y albergan teóricamente una oficina de información turística juvenil, que pasa muy desapercibida por el público al no figurar en su exterior más indicación que www.turismejove.com estampado en el escaparate, muy discretamente. Incluso los actuales responsables del consorcio no supieron de su existencia hasta hace poco.

Administrador de la sociedad

El contrato de alquiler fue firmado el 2 de enero de 2007 por el entonces gerente del consorcio de Turismo Joven, Damià Amengual (hombre de confianza de la ex consellera Puig), y la representante de Grupo Fanodi Gestión S.L., propietaria del local que se iba a arrendar. Como administrador de dicha sociedad figura el propio Gosálbez, a la sazón mano derecha de Amengual y quien llevaba la voz cantante en el día a día del consorcio, según varias fuentes consultadas. Pese a haberse firmado cinco meses antes, el contrato de alquiler entró en vigor el pasado 15 de mayo, poco antes de las elecciones autonómicas. Además, el arrendamiento tiene una vigencia de "doce años, hasta el 31 de mayo de 2019", y hubo interés en que quedara blindado: Si el Govern, como parte arrendataria, rescinde el alquiler antes de lo pactado, tendría que indemnizar a Gosálbez con más de 300.000 euros.

Curiosamente, la dirección de esta oficina de información turística es la misma que el domicilio de la empresa particular de Gosálbez, dedicada oficialmente a "servicios de limpieza de interiores: edificios, oficinas, locales comerciales, residencias o centros sanitarios". Sobre los papeles, ambas ocupan los bajos del número 3 de la calle Francesc Vidal Sureda de Palma.

Otro dato a destacar es que los nuevos responsables políticos del consorcio de Turismo juvenil, tras la toma de posesión del nuevo Ejecutivo autonómico, desconocían la existencia de dicha oficina de información para los jóvenes en la Bonanova. De hecho, el nuevo gerente del consorcio tuvo conocimiento de la misma a finales del año pasado, según han informado fuentes de la conselleria de Deportes y Juventud. "La apertura de esta oficina la gestionó Gosálbez, que defendió su ubicación por la cercanía de colegios en aquella zona. En ella trabajan dos personas, pero no sabemos muy bien qué servicio se presta, pues el horario de apertura es de 8 a 15, y los jóvenes a estas horas están en clase", declaró ayer un portavoz de la Conselleria, cuya intención es cerrar el local por poco funcional.

Cabe decir también que, dentro de una situación de grave malestar interno entre el personal de Turismo Joven, el conseller Cañellas comunicó el viernes pasado por carta a Gosálbez que prescindía de sus servicios por "criterios empresariales", según ha podido saber este periódico, y tendrá que indemnizarse cuantiosamente al ya ex jefe de servicio e instalaciones. Con todo, el despido está desvinculado del ´autoalquiler´ de Gosálbez, pues hasta ayer nadie de la Conselleria se había apercibido de que el despedido era el dueño del local.

Este diario intentó ayer conocer la versión de Gosálbez. Tras afirmar que "no sabe" por qué le han despedido, se definió como "una persona anónima". Al preguntarle por su relación con Grupo Fanodi, se escudó de inmediato en que no podía atender la llamada, emplazando al redactor a contactar con él media hora más tarde. Luego ya no atendió al teléfono.