Lleva quince años siendo la protagonista de su partido, y ayer noche volvió a darse un baño de multitudes, uno de sus últimos, en una emocionada despedida. La presidenta de Unió Mallorquina, Maria Antònia Munar, aprovechó la cena de celebración del XXV aniversario de su partido para decir adiós ante unas mil personas entre afiliados, cargos políticos, simpatizantes y amigos de la formación.

"Estoy convencida y segura de que todas las personas de UM están capacitadas para garantizar la continuidad del partido. En UM todos somos necesarios, pero nadie indispensable", dijo Munar en su discurso y en clara alusión a su persona. La todavía presidenta, hasta su relevo oficial el próximo 15 de diciembre, cosechó un alud de aplausos en señal de agradecimiento por su dedicación al partido. Un partido del que Munar destacó "el gran esfuerzo que le ha costado" mantenerse como referente político, pues "siempre hemos sido el objetivo, la diana de aquellos que no creen en la democracia y sólo en los extremismos. Siempre hemos tenido muchos obstáculos", señaló la líder uemita, quien no olvidó "los costes políticos" para su formación, como con la protección des Trenc, en Campos, por el que UM perdió su alcalde, "precisamente por proteger", recordó la presidenta, que también lanzó una puya a los casos de transfuguismo -"y que muchas veces pasan por Calvià", afirmó-.

En su intervención no faltaron las referencias al espacio político que ocupa el partido en la actualidad: "En estos 25 años hemos conseguido ser los únicos de centro, nacionalistas y liberales, hoy en día todo el mundo nos identifica con el centro". También se hizo hincapié en el reto inmediato, logra alianzas con partidos de similar ideología en Ibiza y Menorca.

Munar también mostró su convencimiento de que no habrá problemas para su sucesión, y a su llegada se fotografió con el trío que aspira a sucederle: Miquel Nadal, Miquel Ferrer y Guillem Ginard, en una imagen que no costó un pelín de conseguir.

En el turno de los discursos intervinieron dirigentes de otros partidos políticos con buenos vínculos con UM, como Felip Puig -portavoz en el parlamento catalán de Convergència Democràtica-, Marta Llorens, vicepresidenta de Unió Democràtica de Catalunya- y Juli Minoves, ministro portavoz y de Cultura de Andorra.