La directora de la Residencia-Internado de San Ildefonso de Madrid, Charo Rodríguez, se enfrenta este 22 de diciembre a su quinto Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, en un año marcado por las consecuencias derivadas de la pandemia de la Covid-19 declarada en 2020.

"Aunque todos los años se mantiene la tradición, cada Sorteo resulta muy diferente, tiene su propio color", explica Rodríguez a Europa Press, al ser preguntada sobre cómo se desarrollará la rutina del día previo y la del Sorteo 2021.

Este año, como ya ocurriera en 2020 por la incidencia de la pandemia, no se van a realizar las tradicionales jornadas de puertas abiertas a los medios, en las que los periodistas pueden asistir a los ensayos de los pequeños y charlar con ellos. "Todavía la prevención es vital y mucho más hablando de niños y niñas. Confiamos en que pronto se pueda pasar página y volver a recibiros como veníamos haciendo", afirma la responsable del centro.

En una entrevista concedida a Europa Press, la responsable de la Residencia de San Ildefonso pone de relieve que la institución está vinculada a la Lotería Nacional desde el año 1771. "Precisamente este año se cumplen 250 años desde que los niños de San Ildefonso comenzaran a cantar la Lotería", subraya.

En la actualidad, como detalla Charo Rodríguez, en el Sorteo de Navidad participan cuatro niños/as por cada tabla, dos lo hacen cantando número o premio y dos extrayendo las bolas correspondientes. "Iniciamos la preparación con los niños y niñas que se presentan voluntarios a quienes vamos probando las voces y seleccionamos a quienes tienen un buen timbre, proyección y pronunciación clara, ya cuentan con una edad aproximada de ocho años y altura física suficiente", apunta.

La clave está en las voces

La responsable de la Residencia-Internado confiesa que, para conformar las diferentes parejas, "la clave está en las voces". "Buscamos que juntas empasten bien", afirma, para después añadir que "en los ensayos se refuerza el conocimiento de los números y su lectura rápida y se enseña el manejo de las bolas de los sorteos".

Este año el sorteo de Navidad contará, en principio, con 21 participantes, de los cuales 11 son niños y 10 son niñas, de entre 9 y 14 años. La mayoría tiene nacionalidad española y con relación a la ascendencia familiar, además de la española, destaca la procedencia de países como República Dominicana, Marruecos, Bolivia y Ecuador.

Igual que en otros años, se contará tanto con niños y niñas que repiten como con quienes acuden por primera vez al Sorteo de Navidad. "Casi todos ellos han asistido ya anteriormente o bien cantando o bien extrayendo bola y este año son tres los participantes que debutan en el Teatro Real", precisa Rodríguez.

Preguntada sobre por qué cree que hay tantos candidatos a participar en esta tradición ya centenaria, la directora sostiene: "sin duda porque es un día especial, muy bonito que vivimos en la Residencia con toda la ilusión del mundo y se sienten partícipes de esa alegría sabiendo que ocupan un lugar principal".

Como cada año, los ensayos para el Sorteo de Navidad comenzaron en el mes de octubre y se dedica aproximadamente media hora un par de días a la semana. "En los ensayos se practican las mismas rutinas que se van a seguir en el Sorteo Extraordinario y durante los mismos surgen situaciones que se pueden presentar el día 22, como por ejemplo que se caiga una bola, por lo que se va orientando en posibles maneras de afrontarlas, de esta modo los niños y niñas van adquiriendo una mayor seguridad", asegura.

Confianza y autoestima

En relación con los beneficios pedagógicos, Rodríguez detalla que participar en esta actividad "mejora el conocimiento de sí mismo, de las habilidades y fortalezas, así como la capacidad para manejar emociones y por tanto incrementa la confianza en sí mismo y la autoestima".

Asimismo, explica que "favorece la capacidad de atención y concentración tan necesarias en el mundo de hoy". "Por otro lado, al ser una actividad que se realiza en equipo, con ella mejora la relación con los demás, la cooperación y la colaboración, la comunicación y expresión, también mejora mucho la voz, pues se aprende a proyectarla, a hablar más claro, a tener mejor dicción. Por último destacar que los niños y niñas se acostumbran a hacer bien una tarea, a implicarse y a ser responsables", comenta.

Rodríguez avanza que el día previo se realizará el ensayo general en el Teatro Real y "en dicha circunstancia ya se va sintiendo la emoción compartida que supone participar en el Sorteo". Al día siguiente, acudirán temprano al Teatro Real, donde "todo discurre en un ambiente muy especial que impregna toda la jornada". "Aunque todos los años se mantiene la tradición, cada Sorteo resulta muy diferente, tiene su propio color", agrega.

Rodríguez recuerda cómo ha afrontado este duro año con la pandemia. "En este último año en el que hemos vivido circunstancias difíciles, en la Residencia hemos estado volcados en el día a día en el compromiso de atención y cuidados a nuestros niños y niñas y sus familias, lo cual nos ha llevado a actuar con prudencia y a estar muy atentos para identificar las necesidades y aunque hemos pasado por muchas fases, prevalece la aceptación y la confianza en que vamos avanzando para superar esta situación", agrega.

La Residencia Internado San Ildefonso es una institución que cuenta con una larga tradición en la atención y cuidado de la infancia. Desde sus orígenes en el siglo XV se ha ido adaptando a los diferentes momentos históricos hasta llegar al actual en el que la Residencia es un recurso de carácter socioeducativo del Ayuntamiento de Madrid, que atiende a 60 niños, niñas y adolescentes de entre 6 y 14 años, cuyas familias presentan dificultades de carácter socioeconómico.