- Que las fiestas populares de Mallorca estén siendo este verano más multitudinarias y ambientadas, dadas las ganas de diversión tras dos años de restricciones.
- Que la Familia Real no esté escatimando salidas nocturnas por Palma, a diferencia de la reserva mostrada en vacaciones anteriores.
- Que los aspersores que riegan el parterre frente al Palacio de Congresos estén tan estropeados que el agua sale en cascada, con el consiguiente desperdicio.
- Que después de pasar el mes de julio más cálido desde que hay registros, los meteorólogos no se atrevan a pronosticar cuándo agosto nos dará una tregua.
- Que los rodajes hayan dejado 5 millones de euros en Palma el primer semestre del año.