Que algunos propietarios de bares y restaurantes de Palma dejaran los materiales con los que delimitaron sus terrazas en aparcamientos tirados de cualquier manera junto a los contenedores, aunque no fuese día de recogida, en un gesto de escasa gratitud a la ayuda y el espacio que les ha prestado la ciudad.
Que se vean a diario motos pasando por encima de aceras y pasos de peatones de la autopista del aeropuerto para ahorrar tiempo al ejecutar un cambio de dirección.
El cachondeo de los participantes en la presentación de las inversiones europeas respecto a la organización y longitud del acto.
Que IB3 emita la película Pompeia sobre el desastre del Vesubio en plena erupción volcánica de La Palma.