- El sentimiento raro y la desazón ayer entre la mayoría de veraneantes y residentes de Can Picafort, al quedarse por segundo año sin la tradicional suelta de patos que cada 15 de agosto reunía a miles de personas frente a las rocas.
- Que algunas de las iglesias que según la web del Obispado de Mallorca ayer tenían que exhibir las imágenes de la Virgen dormida estuvieran cerradas al público.
- La cantidad de adoquines sueltos en las aceras de la calle Rosselló i Cazador de Palma, que se reformaron hace algunos años y que están causando constantes tropezones y caídas a los transeúntes.
- Que uno de los comentarios más escuchados esta semana sea «hoy me he tenido que duchar dos o tres veces», debido a la ola de calor.
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