- El obsesivo ahínco de una conocida alto cargo del Govern para conseguir que se adjudique a un familiar suyo la concesión del restaurante de Es Baluard, y que ya empieza a ser bochornoso.
- Que pese al sofocante calor de días como el de ayer, la temperatura del agua del mar todavía no sea apta para los más frioleros.
- Que las comunidades de vecinos celebren ahora las reuniones en las azoteas de los edificios en lugar de los zaguanes, por la pandemia.
- Que por el mismo motivo, el pleno para el cambio de alcalde en Santa Eugènia se celebrara en medio de la plaza del pueblo.
- Que por fin los jueces mallorquines hagan un gesto para impulsar la lengua propia de Balears en la administración de Justicia.