- La desazón de muchos mallorquines, especialmente de la Part forana, al no poder celebrar este año Sant Antoni, ni la ‘revetla’ ni las ‘beneïdes’, una de las fiestas más populares y divertidas de la tradición de Mallorca.
- Las colas ayer en el horno de Reina Maria Cristina de Palma para comprar una ‘espinagada’.
- Que muchos dueños de bares hayan cambiado el chip y estén innovando para ofrecer servicio ‘take away’ para no rendirse al cierre impuesto por el Govern.
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