Iniciativa sostenible

Comunidades solares: compartir energía y ahorrar en la factura

Estos nuevos modelos de distribución de la energía fotovoltaica generada en las cubiertas de colegios, empresas, instituciones… permiten beneficiarse de las ventajas de los paneles solares sin invertir ni un euro en su instalación

Contenido ofrecido por:
Logo Repsol.


Mientras Natalia repasa la tabla del 9 o estudia las partes del aparato locomotor, algo muy interesante ocurre en el tejado del colegio Padre Poveda. Es mediodía en el municipio jiennense de Venta de los Santos, el termómetro marca 25 grados y luce el sol. Una luz que se convierte en energía gracias a los paneles solares que hay instalados sobre las tejas pardas de la escuela.

“En el cole cuidamos el planeta, porque hay placas solares, que son unas cosas que se ponen en el tejado y con los rayos del sol crean energía para que la utilicemos”, explica esta joven alumna de nueve años. “Es energía renovable y eso significa que no se gasta nunca”, añade.

Basta con escuchar a Natalia para darse cuenta de que la apuesta del colegio Padre Poveda por la energía fotovoltaica tiene numerosas ventajas. La primera de ellas, que el centro contribuye a la generación de energía limpia y a la descarbonización del planeta. La segunda, que los paneles solares sirven también como una herramienta de concienciación para que las nuevas generaciones comprendan la importancia de la transición energética. Y la tercera ventaja es que, gracias a esta instalación, se obtiene un ahorro considerable en la factura de la luz.


La instalación de paneles solares, en auge

La instalación de paneles solares en los tejados españoles está en auge. Particulares, comunidades de propietarios, empresas e instituciones son cada vez más conscientes de las ventajas que supone su instalación. Tanto es así que, según cifras de la Unión Española Fotovoltaica, la potencia instalada creció un 108% a lo largo del 2022 respecto a las cifras del año anterior. Un aumento para el que fueron decisivas las 20.500 nuevas instalaciones residenciales para autoconsumo solar.


En el caso del colegio Padre Poveda, la instalación de placas solares no solo alimentan al centro académico de energía renovable, sino que, además, los edificios vecinos, ubicados a menos de dos kilómetros de distancia, también reciben la electricidad generada. “Podemos compartir la energía con otros vecinos para que también ellos cuiden el planeta”, subraya Natalia. Y como suele ocurrir, la lógica infantil es aplastante: si compartimos el planeta, por qué no compartir la energía renovable que se genera en nuestros tejados.

Comunidades solares para compartir energía renovable

Esto es posible gracias a lo que se conoce como comunidades solares, es decir, modelos distribuidos de energía fotovoltaica que permiten a barrios, ciudades e, incluso, comarcas, compartir la energía limpia que generan las placas solares instaladas en los tejados de los edificios. “Las comunidades solares dan la oportunidad a hogares o pequeños comercios de poder adherirse y consumir energía 100% renovable procedente del sol”, argumenta Alfonso Flores, experto en generación distribuida de Repsol, que ha impulsado las comunidades solares de la Comarca de El Condado, Jaén, a través del proyecto Repsol Solmatch.

“Es un beneficio que compartimos todo el pueblo”, expone Faustino, uno de los jubilados de la región. Así, mientras Faustino juega cada tarde sus partidas de mus o de cinquillo, sobre las tejas de la Asociación de Jubilados el Olivo, también se genera energía para otra de las comunidades solares de la zona.

“Llegamos a un acuerdo con los propietarios de hogares, pequeños comercios o incluso empresas, parroquias, colegios… para utilizar su tejado, desarrollar esta comunidad solar y generar energía que después viaja hacia las casas y se comparte entre los consumidores”, explica Flores.

Son muchos los consumidores que han decidido unirse a este proyecto. Como Manuel González, quien ha visto en la energía fotovoltaica una forma de contribuir a cuidar el planeta que heredarán sus hijas, y al mismo tiempo no duda en beneficiarse de ventajas económicas del autoconsumo. “Decidí conectarme a la energía solar por el ahorro que obtenía en mi factura consumiendo energía renovable”, confiesa este empleado de un almacén de materiales de la construcción.


Ahorrar hasta un 20% en la factura de la luz

Tal y como explica el experto en generación distribuida de Repsol, Alfonso Flores, “un hogar medio que consume en torno a los 3.000 kWh al año puede ahorrar hasta un 20% en su factura si forma parte de una de las comunidades solares de Repsol Solmatch”. Se trata de una reducción de gastos que, sin duda, tiene un impacto positivo en el presupuesto familiar y a la que hay que sumar otro ahorro importante: el de no haber tenido que invertir ni un solo euro en la instalación de paneles solares.

Y es que es la propia compañía multienergética la que asume el coste de la colocación de las placas integradas en una comunidad solar. De manera que el usuario no debe hacer ningún tipo de inversión económica. “Repsol ha puesto en mi localidad una comunidad solar a la que he podido apuntarme sin hacer ninguna inversión en mi casa. A coste cero”, apunta Manuel González.

Por otro lado, el sistema de canalización de la electricidad para que la energía generada en una instalación concreta llegue a otras viviendas no requiere de ninguna infraestructura física. “No hay ningún impacto en las casas de los consumidores, no tienen que hacer instalaciones y, evidentemente, no tienen que invertir porque ya Repsol se encarga de ello”, aclara Flores.

Lazos por los que fluye la energía, como los lazos de vecindad que unen también a Natalia, Manuel, Faustino y el resto de habitantes de la Comarca de El Condado, reforzados ahora por las comunidades solares.

Top