Las investigaciones de tres ingenieros israelíes dieron como resultado una técnica que permite medir el vibrato, una característica de la voz que hasta ahora sólo podía ser juzgada por el oído humano. Este nuevo programa podría tener aplicaciones de gran utilidad como la instalación de centros de ayuda que incluso reconocerían las emociones en la voz de sus usuarios.

El vibrato es un efecto musical, una ondulación del sonido producida por una vibración ligera del tono, que le añade expresión a una canción y que puede ser usado cuando alguien canta o toca un instrumento. Esta característica no es fácil de conseguir, y sólo los cantantantes más experimentados la dominan. Por eso, el proyecto presentado por Noam Amir, Ofer Miahhh y Orita Amir, miembros del Departamento de desórdenes comunicativos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, puede ser la clave para muchos cantantes que siguen educando su voz.

"Los cantantes necesitan generar una respuesta emocional y este es un asunto muy complicado. Algunos estudiantes noveles generalmente no controlan su vibrato, que es errático y difícil de ser juzgado subjetivamente. Generalmente es difícil encontrar una medida precisa para esto, pero nosotros queríamos encontrar un camino para emular a un experto a través de un programa informático", señala en su web Noam Amir.

ALTO GRADO DE ACIERTO.

La forma que Amir y sus colegas realizaron el estudio y la consiguiente elaboración del programa informático utilizando las grabaciones de las voces de cientos de estudiantes de canto. Las clasificaron según la calidad de su vibrato, previamente juzgado por profesores expertos, traduciendo todos esos datos en medidas matemáticas para que fuera posible introducirlos en el ordenador. Los investigadores procedieron entonces a probar su nuevo 'software', que previamente se "aprendió" los datos del estudio, con la medición del 'vibrato' de otros estudiantes aún no analizados. El 82 por ciento de la medición de esta característica de la voz fue correcto.

Pero el programa desarrollado por estos tres investigadores hebreos no sólo educa la voz de sus usuarios, sino que también ha sido capaz de analizar por primera vez de forma científica en qué medida influye el calentamiento de la voz antes de una sesión de canto. Durante las pruebas realizadas, los científicos descubrieron en un grupo de estudiantes femeninas que aquellas que calentaban la voz reducían la perturbación de la frecuencia y la amplitud y mejoraraban la armonía del sonido.