Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
Díaz, Mercero y Martínez, los hombres detrás de Carmen Mola.
El Periódico
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
PABLO NERUDA / RICARDO REYES
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
RICHARD NACHMAN / STEPHEN KING
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
La catalana Caterina Albert, que firmaba como Víctor Català.
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
GEORGE ELIOTT / MARY ANN EVANS
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
GEORGE SAND / AURORE DUPIN
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
ISAK DINESEN / KAREN BLIXEN
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.
Un seudónimo, en literatura, sirve para muchas cosas. Como es bien sabido, la baronesa Karen Christence Blixen-Finecke firmó toda su vida como Isak Dinesen, básicamente para esquivar la discriminación de que eran objeto las mujeres escritoras, al igual que la británica Mary Ann Evans, que se escondió detrás de George Eliot para publicar todos sus trabajos, entre ellos la famosa Middlemarch.