En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.
Las imágenes de los escombros en el torrente de Sant Jordi
Rafel Andreu
En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.
Las imágenes de los escombros en el torrente de Sant Jordi
Rafel Andreu
En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.
Las imágenes de los escombros en el torrente de Sant Jordi
Rafel Andreu
En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.
Las imágenes de los escombros en el torrente de Sant Jordi
Rafel Andreu
En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.
Las imágenes de los escombros en el torrente de Sant Jordi
Rafel Andreu
En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.
En Mallorca, ya no hay día que pase sin que trascienda la comisión de algún acto de vandalismo que, en algunos casos, roza el delito ambiental. En esta ocasión le ha tocado al torrent de Sant Jordi que desemboca en la Badia de Pollença, a poca distancia de la reserva natural de s'Albufereta.