El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
Sant Antoni | El Primer ball de Manacor, en imágenes
Guillem Bosch
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.
El Primer Ball del Patronat de Sant Antoni de Manacorha sido esta noche, y eso ya no es novedad, un acto multitudinario de una catarsis casi tribal. Un rito con adictos cada vez más jóvenes a los que no les importa esperar, cenar deprisa y guardar sitio, con el único fin de obtener el lugar más privilegiado posible desde donde observar las primeras coreografías de la colla de dimonis.