Buena parte del patrimonio arqueológico que nos da pistas sobre cómo era la Palma talayótica permanece oculto en fincas privadas o asoma en suelo público sin señales que lo identifiquen o expliquen su contexto. Son restos de murallas, túmulos, poblados y santuarios erigidos durante los mil años que precedieron a la llegada de los romanos a la isla en el 123 a.C. y que han sobrevivido a siglos de transformaciones, incluida la fiebre por el ladrillo y el asfalto de los últimos cincuenta años.
Son Espases. Santuario talayótico que se salvó cuando se construyó el hospital y que posiblemente estaba relacionado con un poblado cercano que ya no existe.
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Buena parte del patrimonio arqueológico que nos da pistas sobre cómo era la Palma talayótica permanece oculto en fincas privadas o asoma en suelo público sin señales que lo identifiquen o expliquen su contexto. Son restos de murallas, túmulos, poblados y santuarios erigidos durante los mil años que precedieron a la llegada de los romanos a la isla en el 123 a.C. y que han sobrevivido a siglos de transformaciones, incluida la fiebre por el ladrillo y el asfalto de los últimos cincuenta años.
Son Oms Vell. Esta finca privada próxima al aeropuerto de Palma custodia los restos que han quedado en pie de una muralla ciclópea del poblado talayótico de Son Oms Vell.
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Es Canyar | Es Puig. Muros de una plataforma escalonada talayótica situada en los terrenos de Bunyolí, en Establiments.
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Es Caragol. Talayot que forma parte de un centro ceremonial en Esporles que pertenecería al territorio del poblado de Es Garrigó, en Establiments.
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Sa Galera. El yacimiento mejor conservado del municipio de Palma está en un islote. En la imagen, restos de un templo púnico ebusitano.
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Som Oms. Santuario del antiguo centro ceremonial de Son Oms, desaparecido a principios de los años setenta como consecuencia de la ampliación del aeropuerto. Estos restos se encuentran medio escondidos junto al aeródromo palmesano e ignorados por la mayoría de los ciudadanos.
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Domingo Hernández.
B. Ramon
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Buena parte del patrimonio arqueológico que nos da pistas sobre cómo era la Palma talayótica permanece oculto en fincas privadas o asoma en suelo público sin señales que lo identifiquen o expliquen su contexto. Son restos de murallas, túmulos, poblados y santuarios erigidos durante los mil años que precedieron a la llegada de los romanos a la isla en el 123 a.C. y que han sobrevivido a siglos de transformaciones, incluida la fiebre por el ladrillo y el asfalto de los últimos cincuenta años.