Miguel Arbona y su hermana han estado haciendo cola ante las oficinas de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP) desde las seis y de la madrugada. Su objetivo: hacerse con uno de los 50 bonos para aparcar por 60 euros al mes que la sociedad municipal ofrece a los vecinos de la calle Nuredduna en el estacionamiento de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga como contraprestación a la pérdida de setenta plazas por la peatonalización de esta calle.
Colas de residentes en la calle Nuredduna
Miguel Arbona y su hermana han estado haciendo cola ante las oficinas de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP) desde las seis y de la madrugada. Su objetivo: hacerse con uno de los 50 bonos para aparcar por 60 euros al mes que la sociedad municipal ofrece a los vecinos de la calle Nuredduna en el estacionamiento de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga como contraprestación a la pérdida de setenta plazas por la peatonalización de esta calle.
Colas de residentes en la calle Nuredduna
Miguel Arbona y su hermana han estado haciendo cola ante las oficinas de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP) desde las seis y de la madrugada. Su objetivo: hacerse con uno de los 50 bonos para aparcar por 60 euros al mes que la sociedad municipal ofrece a los vecinos de la calle Nuredduna en el estacionamiento de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga como contraprestación a la pérdida de setenta plazas por la peatonalización de esta calle.
Colas de residentes en la calle Nuredduna
Miguel Arbona y su hermana han estado haciendo cola ante las oficinas de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP) desde las seis y de la madrugada. Su objetivo: hacerse con uno de los 50 bonos para aparcar por 60 euros al mes que la sociedad municipal ofrece a los vecinos de la calle Nuredduna en el estacionamiento de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga como contraprestación a la pérdida de setenta plazas por la peatonalización de esta calle.
Colas de residentes en la calle Nuredduna
Miguel Arbona y su hermana han estado haciendo cola ante las oficinas de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP) desde las seis y de la madrugada. Su objetivo: hacerse con uno de los 50 bonos para aparcar por 60 euros al mes que la sociedad municipal ofrece a los vecinos de la calle Nuredduna en el estacionamiento de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga como contraprestación a la pérdida de setenta plazas por la peatonalización de esta calle.
Miguel Arbona y su hermana han estado haciendo cola ante las oficinas de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP) desde las seis y de la madrugada. Su objetivo: hacerse con uno de los 50 bonos para aparcar por 60 euros al mes que la sociedad municipal ofrece a los vecinos de la calle Nuredduna en el estacionamiento de la avenida Gabriel Alomar i Villalonga como contraprestación a la pérdida de setenta plazas por la peatonalización de esta calle.