En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
Una pareja pasea por el camino interior de la zona verde
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
El carril bici atraviesa la zona ajardinada
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
Vistas desde la zona ajardinada al paseo junto al mar
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
Una mujer recorre la zona verde por su pasillo central
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
Las fotos del nuevo jardín interior del Paseo Marítimo de Palma
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
Una ciudadana lee en uno de los bancos de la zona ajardinada
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
Las fotos del nuevo jardín interior del Paseo Marítimo de Palma
Miguel Vicens
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.
En la recta final de la construcción del nuevo Paseo Marítimo de Palma, casi tres años después del lejano noviembre de 2022 en que las excavadoras entraron en la vía por primera vez para transformar su recorrido de 3,5 kilómetros —desde la torre de Paraires hasta la confluencia con la Avinguda Argentina—, el proyecto del arquitecto Elías Torres descubre su jardín interior.
La nueva zona verde está situada en la parte central del bulevar. Empieza tras el Muelle de las Golondrinas y termina en el último dique del Club de Mar, donde la parte peatonal alcanza la mitad de la superficie total de la vía y se reviste con variados árboles, alfombras de césped, hileras de palmeras y arbustos de especies muy diversas.
Es un jardín donde la presencia del coche se hace menos perceptible que en el resto de la vía y el ruido de los motores se apacigua.
Está atravesado por un paseo peatonal interior de recorrido serpenteante que discurre paralelo al paseo junto al mar, una de las novedades más llamativas de su diseño.
El camino es cruzado, a su vez, por otros pasos interiores perpendiculares que trazan una red de comunicaciones por la zona ajardinada. Estos coinciden con los pasos de peatones del paseo y unen las dos partes de la vía: el paseo frente al mar y el trazado urbano más cercano a los edificios, con la zona verde en medio.