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La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

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Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

La calle Nuredduna, dividida diez meses después

B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

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B. Ramon

Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

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B. Ramon

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B. Ramon

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B. Ramon

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B. Ramon

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B. Ramon

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Tras diez meses, parece que las obras de mejora y peatonalización de la calle Nuredduna y la plaza de las columnas, ubicadas en el barrio de Pere Garau en Palma, no han logrado enterrar el malestar de los trabajadores y vecinos de la zona. La obra, que costó más de 1,8 de euros y fue financiada a través de fondos europeos New generation, «ha aumentado la inseguridad» según los trabajadores de algunos locales, aunque también ha dado un cambio de imagen a una calle en la que ahora pasean más niños y hay más ambiente.

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