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Javier Fernández
Ver galería >La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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La semana pasada no me dio tiempo a comentar la reunión de los mandamases de la OTAN en Madrid que, además de trabajar -dicen - se pegaron unos buenos días de juerga en la capital a costa del dinero de todos los contribuyentes: los de aquí y los de sus respectivos países. Quería hablar sobre cómo, conociendo un poco a doña Letizia, eso de que tuviera que hacer el papel de consorte, de secundaria, y ser la anfitriona de las mujeres de no era plato de su devoción. A la reina le hubiera gustado estar en el meollo de las negociaciones y, sin embargo, le tocó hacer de cicerone y esperar, por ejemplo, a la Primera Dama en más de una ocasión, con lo poco que le gustan los ‘tiempos muertos’ a la esposa de Felipe VI porque eso da oportunidad a los fotógrafos de captar detalles indebidos. Lo bordó, todo hay que decirlo, de ahí el titular de la crónica, y que me perdone Shakira.
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