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Javier Fernández
Ver galería >No os voy a negar indiscretos que, a estas alturas de mes -para la sección, el último número de julio- la agenda echa humo. Lo normal, claro, en estas fechas que, aunque condicionadas en todo momento por la pandemia del coronavirus, son las que más interés social acaparan. No podemos tampoco obviar que los culpables involuntarios de todos estos movimientos no son otros que los Reyes. Su agenda, que se desarrolla año tras año bajo el amparo de las regatas, sirve de guía para el resto de relaciones públicas y organizadores de eventos que en torno a la competición náutica enmarcan todos sus actos.
No os voy a negar indiscretos que, a estas alturas de mes -para la sección, el último número de julio- la agenda echa humo. Lo normal, claro, en estas fechas que, aunque condicionadas en todo momento por la pandemia del coronavirus, son las que más interés social acaparan. No podemos tampoco obviar que los culpables involuntarios de todos estos movimientos no son otros que los Reyes. Su agenda, que se desarrolla año tras año bajo el amparo de las regatas, sirve de guía para el resto de relaciones públicas y organizadores de eventos que en torno a la competición náutica enmarcan todos sus actos.
No os voy a negar indiscretos que, a estas alturas de mes -para la sección, el último número de julio- la agenda echa humo. Lo normal, claro, en estas fechas que, aunque condicionadas en todo momento por la pandemia del coronavirus, son las que más interés social acaparan. No podemos tampoco obviar que los culpables involuntarios de todos estos movimientos no son otros que los Reyes. Su agenda, que se desarrolla año tras año bajo el amparo de las regatas, sirve de guía para el resto de relaciones públicas y organizadores de eventos que en torno a la competición náutica enmarcan todos sus actos.
No os voy a negar indiscretos que, a estas alturas de mes -para la sección, el último número de julio- la agenda echa humo. Lo normal, claro, en estas fechas que, aunque condicionadas en todo momento por la pandemia del coronavirus, son las que más interés social acaparan. No podemos tampoco obviar que los culpables involuntarios de todos estos movimientos no son otros que los Reyes. Su agenda, que se desarrolla año tras año bajo el amparo de las regatas, sirve de guía para el resto de relaciones públicas y organizadores de eventos que en torno a la competición náutica enmarcan todos sus actos.
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No os voy a negar indiscretos que, a estas alturas de mes -para la sección, el último número de julio- la agenda echa humo. Lo normal, claro, en estas fechas que, aunque condicionadas en todo momento por la pandemia del coronavirus, son las que más interés social acaparan. No podemos tampoco obviar que los culpables involuntarios de todos estos movimientos no son otros que los Reyes. Su agenda, que se desarrolla año tras año bajo el amparo de las regatas, sirve de guía para el resto de relaciones públicas y organizadores de eventos que en torno a la competición náutica enmarcan todos sus actos.
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