Sus origenes se encuentran en Asia, 3.000 años antes de Cristo ya se cultivaba en Egipto. Forma parte de la familia de las cucurbiaceas, al igual que la sandía y la calabaza. El 80% de su contenido es agua por lo que es ideal para hidratarse o consumir en dietas hipocalóricas, también son ricos en azúcares, entre un 7 y un 15% (dependiendo de la variedad y la maduración). Es rico en vitaminas A, B, C y en fibra.
Cómo elegir un melón
Dice el refrán: "melons i criades, cerca'ls, no els comanes", es decir, que en ambas cosas no hay que fiarse de los otros, sino que tiene que ser uno mismo el que tiene que elegirlas. Pese a no haber un método científico, Damià Bover, informático y payés de la finca ecológica Son Durí (Vilafranca), da unos consejos en caso de optar por la variedad ´calapoter´. Recomienda aquellos que tengan el color verde un poco tostado; que al hacer presión con los dedos no sea excesivamente duro; y que tengan 'cruis', "cuantos más, mejor". También, hay quien recomienda olerlos.
Son Durí
En Son Durí se siembran principalmente melones de la variedad 'calapoter' ya que " dura entre 3 y 4 meses en el secadero, donde madura de forma natural, algo que nuestros clientes valoran". En menor extensión, también cultivan la variedad híbrida Marina, que destaca por su dulce sabor. Además, así como el 'calapoter' puede durar unos cuantos meses, el Marina tan solo aguanta unas 3 semanas.
"En ecológico, nos interesa que el producto dure más tiempo. A ello, ayuda que tenemos prohibida la fertilización química, por lo que las plantas y los frutos crecen de una manera más lenta. Por esta causa, el alimento está más estructurado y, además, padece menos de hongos y enfermedades", explica Damià Bover. En la exposición de Son Durí hay 300 metros cuadrados llenos de melones, donde cada cliente puede elegir el que más le guste.
Cada melonera suele dar 2-3 frutos; Ahora bien, la producción de este año en Son Durí ha sido excepcional. "Hemos sembrado 4 'quarterades' y hemos producido 25 toneladas de melón", apunta Bover. El motivo fueron las abundantes lluvias de diciembre y enero y, también, las de mediados de junio, "cuando las meloneras todavía no habían florecido. Esto ha hecho posible que cada planta haya producido unos 4-5 melones".La melonera suele sembrarse el mes de abril y se hace en dos veces para reducir riesgos. Normalmente la primera semana y la última del cuarto mes de año, aunque puede variar por causas climatológicas
El ´meló d´eriçó´
Otro de los melones más conocidos en Mallorca es el 'eriçó', que destaca por ser muy dulce y ligeramente ovalado. Cuando está maduro tiene la piel amarilla y su interior es blanco o amarillo pálido. Su nombre se debe a que recuerda el caparazón de un erizo de mar sin espinas. Para preservar esta variedad local, en Eivissa, el pasado mes de julio, se puso en marcha una iniciativa para recuperarlo.
También hay otras variedades que continúan cultivándose, como el 'Tendral', también llamado 'de Competició' por las grandes dimensiones que llega a tener. Ahora bién, también hay variedades locales que han desaparecido o son casi imposibles de encontrar como el 'meló fei' (verdes por fuera y blancos por dentro, se podían guardar), el 'meló de gra d'arròs' (de piel verdecina y de pepitas pequeñas) o el 'meló bif' (que no es igual en todos sus lados, sino que crece más de una parte que de la otra, por lo que tiene una forma irregular), entre otros.
Llanternes
Como pasa en Vilafranca o Alcúdia, así como en otras poblaciones del País Valencià y Catalunya, es muy típico hacer ´fanalets´ (o ´llanternes´) de los melones. Estos se cortan, se vacían de carne y se adornan con diferentes recortes por donde saldrá la luz de la vela que se pondrà en su interior. Después, niños y mayores hacen una ´processó´ con las llanternes por las calles del pueblo, en los que también es habitual cantar alguna canción como ´Sor Tomasseta´ o sobre el sereno, esa profesión ya perdida.
Mejor comerlo de día
El melón puede comerse para desayunar y almorzar, también hay quien opta por hacerlo por la noche, aunque no es recomendable ya que es más difícil quemar los azúcares naturales que contiene. Es una fruta muy versátil que podemos comer antes o después del plato principal. De hecho, en España es habitual comerlo como entrante acompañado con jamón serrano. En Mallorca, suele comerse como postre, aunque también hay quien ya lo ha introducido en las ensaladas para aportar un toque de originalidad y dulzor al plato.
