¿Cuántas veces te has echado para atrás a la hora de pedir un ascenso o una mejora salarial a tu jefe por miedo a que te diga que no? Cierto es que esto no se puede hacer a las bravas. Hay que pensarlo bien y tener en cuenta las circunstancias de nuestra empresa (si está en números rojos olvídate) y nuestra propia situación laboral (si llevamos poco tiempo en la empresa, por ejemplo, no tiene sentido) para no fracasar en el intento.

Un reciente estudio realizado por Adecco revela que el salario medio de los españoles es un 15,4% más bajo que el sueldo medio ordinario bruto de los 28 países que forman parte de la Unión Europea.

En términos absolutos la diferencia es de 298 euros, ya que el salario medio europeo es de 1.934 euros, mientras que el español es de 1.636 euros.

Pautas a seguir

Queda entonces claro que tenemos sueldos más bajos que el resto de países europeos, entonces ¿por qué no intentar un puesto mejor y más remunerado? Aunque en un momento de crisis económica como la que hemos atravesado no parece viable, siempre vale la pena intentarlo. Como toda negociación, existen unas pautas a seguir.

Las emociones juegan en este caso un papel fundamental. Hay que tenerlas controladas. Nunca pienses que te deben el ascenso porque te lo mereces, porque llevas mucho tiempo en tu puesto o porque siempre cumples con tus tareas diarias. También es aconsejable pensar en los obstáculos que pueden interponerse en tu camino, como despidos recientes, mala relación con el jefe o medidas para reducir costes.

Una vez lo tengas decidido, solicita una reunión y deja claro lo que quieres, pero sin excesiva verborrea. Habla con soltura. Expón tus argumentos con convicción, haciendo hincapié en tus logros, en el valor añadido que puedes aportar, en cómo contribuirás a mejorar la rentabilidad de la empresa y reafírmate en que eres una pieza clave. No lances un ultimátum o amenaces con irte para evitar poner a tu jefe entre la espada y la pared.

Sobre el aumento de sueldo, hay que tener en mente que el hecho de que nos asciendan no quiere decir que nos vayan a pagar más. Si queremos que nuestra nómina crezca gracias a la nueva posición, no tengas miedo y proponlo pero destacando que la nueva compensación no lo es todo. De cara a futuras decisiones, conviene informarse sobre cómo se paga ese mismo puesto en otras compañías.

Todo esto no nos garantiza que logremos lo que pretendemos, pero sin duda no podremos reprocharnos que al menos lo hemos intentado de la forma correcta.