La reforma de la vivienda es uno de los aspectos que más incidencia tiene en las cuentas de la economía doméstica. Planificar las obras que se van a realizar es básico, como lo es también calcular un presupuesto capaz de cubrir todas las contingencias posibles, puesto que en estos casos el coste final puede ser más elevado de lo previsto inicialmente.

La concesión de préstamos personales es una de las vías que sirven para la financiación de estas obras de reforma, dado que otras de las opciones tradicionales, la ampliación de la hipoteca, está cada vez más descartada.

No obstante, hay que tener en cuenta una serie de aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de optar por uno u otro préstamo bancario, como destaca el portal tucasa.com, puesto que cada uno de ellos puede reunir una serie de requisitos y particularidades que pueden encarecer su devolución.

Muchas entidades ofrecen créditos destinados de forma específica a conceptos relacionados con la reforma de la vivienda. Los intereses, las comisiones y la exigencia de vincular el crédito a otros productos (nóminas, seguros) influyen a la hora de solicitar un tipo de préstamo u otro.

Factores a tener en cuenta

Intereses: Por lo general suelen ser a tipo fijo y oscilan en una horquilla de entre el 4,95 y el 7,75%, si bien lo más habitual es que sean de un porcentaje cercano al 6%. Algunos -aunque los menos- pueden tomar referencia el Euribor, que está descendiendo hasta sus tasas más bajas de la historia.

Comisiones: A la hora de pedir un crédito o préstamo para reformas en el piso o vivienda, es fundamental conocer las comisiones de apertura. Algunas entidades no las aplican, pero otras sí, con un porcentaje que habitualmente suele ser del 1%, aunque también pueden ser superiores: 2% y 2,25%. También es conveniente saber si existen comisiones de cancelación.

Vinculaciones: Son los requisitos que puede exigir la entidad bancaria a la hora de conceder el crédito. Como suele ocurrir en el caso de los préstamos hipotecarios ordinarios, el banco puede requerir que la concesión del capital esté unida a la contratación ineludible de otros productos, como la domiciliación de la nómina, la apertura de un plan de seguros o la adquisición de una tarjeta de crédito. Diversas entidades pueden rebajar sus intereses a condición de firmar estas condiciones.

Cantidades: De forma habitual, el capital financiado se mueve entre los 15.000 y los 75.000 euros. Es recomendable tener claro qué trabajos son los que se van realizar, así como tener una idea aproximada de los presupuestos, de forma que el crédito que se solicite sea único y no varios.

Plazos: Cuanto más largo sea el plazo para la devolución del dinero, más pagará el cliente en concepto de intereses. Un consejo suele ser el de elegir unas cuotas mensuales relativamente altas, ya que de esa manera se reducirá el plazo de reembolso y se abonarán menos intereses.

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