Más allá de ideas políticas y económicas dispares y con ello, las formas de afrontar los problemas, hay una realidad que difícilmente va a cambiar, un desequilibrio creciente entre población activa y jubilada y con ello una consecuencia en menos recursos económicos para las pensiones. Las reformas en marcha y futuras llevarán a que las pensiones sean proporcionalmente menores a lo cotizado, pero el futuro llevará a muchos más cambios

La pirámide demográfica en España muestra un envejecimiento que en estos momentos es difícil de solucionar. De hecho, las únicas medidas válidas, a largo plazo siempre, ni siquiera se están tomando, como son las ayudas al fomento de la natalidad. Con todo ello, los problemas actuales de desequilibrio poblacional no harán más que crecer año tras año y son múltiples y muy variados. No sólo se incorporará más población a la edad de jubilación, sino que se mantendrá muchos mas años por tener una mayor esperanza de vida y lo irá haciendo con pensiones más altas, ya que las cotizaciones de los sueldos de los últimos años no es por ejemplo comparable con la media de hace un par de décadas.

Por todo ello se ha iniciado un proceso de contención del gasto por dos vías. La primera retrasar la edad de jubilación, en un proceso paulatino que llegará a 2027 con una edad mínima de 67 años. La segunda, con una cuantía de pensiones menor con respecto a lo cotizado. La cuantía se reduce por dos formas, con más años de cómputo en el cálculo de pensiones, ya que los más antiguos tienen bases de cotización menor y la segunda y más importante, reduciendo la base reguladora. Si este año se calcula la cotización de los últimos 228 meses para dividir el resultado entre 266, en el 2022 se calculará de los últimos 300 meses (25 años) y se dividirá entre 350 meses.

Calcula lo que necesitas

¿Qué coste tendrá esa medida? Cada día hay más estudios en los que se plantea el impacto económico, de los más catastrofistas a los más optimistas. El único impacto cierto es el que tendrá cuando se acaben las reformas paulatinas ya en marcha entre 2022 y 2027. Este será una reducción sobre las bases cotizadas de entre un 5%-8%. Esto no significa que las pensiones, en euros, sean necesariamente menores, ya que los nuevos jubilados en general cotizan mucho más y con ello están consiguiendo pensiones menores. Si se consigue con ello que no suban tanto.

Por todo ello, la estimación es que las reformas continúen y con ello el impacto sea mayor, incluso superando el 30% sobre lo que cobrarías actualmente. Ante una perspectiva que realmente no conocemos lo mejor es optar por la prudencia e intentar cubrir las peores hipótesis. Para ello, lo mejor es siempre acercarse a las peores perspectivas pero siempre analizando nuestro caso real.

El primer punto, complicado si queda mucho para jubilarnos, es estimar cuál será nuestra necesidad futura y los ingresos que tengamos. Como norma general, llegado el momento de jubilación tendremos un recorte sobre nuestros ingresos pero también de los gastos ya que se suelen eliminar costes como el de la hipoteca. Eso sí, se añaden otros nuevos, normalmente relacionados con la salud. Dependiendo si tenemos o no cargas y nuestro cónyuge tiene o no pensión, calculemos conseguir una pensión, capital o renta complementaria de entre el 20%-40% de nuestra pensión.

Por ejemplo si tenemos una pensión estimada de 1.200 euros, será resultado de una cotización o sueldo cercano a 1.500 euros y con ello el complemento ideal estará entre 240 euros y 480 euros mensuales. Es decir cubrir entre 2.880 y 5.760 euros al año. ¿Durante cuantos años es necesario? Teniendo en cuenta que la esperanza de vida media de hombres y mujeres se elevará en el año 2049 a 84 años y 87 años respectivamente, esta debería cubrir al menos 20 años. Es decir, volviendo a nuestro ejemplo anterior, conseguir un capital de entre 57.600 y 115.200 euros.

¿Es difícil conseguir este ahorro? La respuesta está en el tiempo o más bien cuándo empezamos a ahorrar. Poniendo por ejemplo 3 personas de 30, 40 y 50 años, que les faltarían por tanto 37, 27 y 17 años para jubilarse, y que aportan 200 euros al mes en un plan que a largo plazo que tiene un 5% de rentabilidad media anual el resultado es enormemente diferente.

Con 37 años de inversión, conseguiría 256.100 euros, de los cuales 88.800 euros es el dinero ahorrado y 167.300 euros, las ganancias conseguidas ; Con 27 años de aportaciones, la cifra final baja hasta 136.637 euros de los cuales 64.800 euros es el dinero aportado y una cantidad similar, 71.837 euros en ganancia conseguida ; Por último con sólo 17 años de aportaciones se conseguirían 64.105 euros, 40.800 del dinero que se ha ido invirtiendo y tan sólo 23.305 euros.

Es decir, con más tiempo no sólo conseguimos más al aumentar las aportaciones a lo largo del tiempo, sino que principalmente podemos ganar más. Si dedicamos un 10-15% de nuestro sueldo al ahorro para nuestras pensiones, podemos conseguir un complemento de más del 30% sobre nuestra pensión futura.