Las cestas de Navidad, un elemento que ha estado muy presente en muchas empresas españolas, empieza a regresar al mundo laboral después de que muchas compañías se viesen obligadas a retirarlas por la crisis. De hecho, desde el sector se apunta a unas previsiones de incremento de ventas de entre un 20% y un 30%.

Desde el inicio de la crisis económica del año 2008, los primeros recortes que posteriormente devendrían en España comenzaron a instalarse en el seno de las empresas, que tuvieron que empezar a ajustarse el cinturón para cuadrar números a final de año. ¿Y cuál era el gasto fijo que a modo de tradición regalaban la gran mayoría de empresas españolas a sus empleados a final de año? Las cestas de Navidad.

Lo que había sido una costumbre navideña de gran arraigo en la empresa de nuestro país comenzó a convertirse en un gasto prescindible hasta el punto de convertirse su venta en un barómetro del empleo y de la situación del mercado laboral en España.

En pleno proceso de ventas de cestas y lotes navideños, las empresas del sector ya apuntan a unas previsiones muy positivas en el incremento en las ventas de entre un 20% y un 30% más respecto a las Navidades de 2014. Así lo confirma el gerente de la empresa valenciana Sadival, Antonio Gea, "se nota que hay una recuperación en la percepción y la sensación más positiva de las empresas, que entendemos que viene dada por la creación de nuevos puestos de trabajo y porque se ha frenado su destrucción".

No obstante, donde hay diferencias es entre el tipo de cestas y el tipo de contratos. Frente a los contratos laborales temporales y precarios, las empresas están volviendo a comprar cestas de navidad con menos productos que en años anteriores pero de mayor calidad. Algo que confirma la empresa Cest and Lots: "Ahora las empresas prefieren que haya menos cosas y buenas, a muchas pero de baja calidad".