Balears cuenta ya con un sistema eléctrico unificado, conectado entre sus islas y con la Península. La superación del ‘aislamiento eléctrico’ del archipiélago ha sido un gran reto para Red Eléctrica de España. Los proyectos de interconexión eléctrica permiten mejorar la seguridad y calidad del suministro, integrar más energías renovables, reducir los costes del sistema y las emisiones de CO2 e introducir claras mejoras medioambientales.

Una gran parte de la demanda eléctrica del archipiélago procede del sector servicios y éste demuestra un gran potencial de desarrollo futuro, por lo que el sistema eléctrico tiene que estar preparado para todos los escenarios posibles y garantizar un suministro de calidad eficiente y sostenible ajustado a la realidad económica de las islas. El sistema eléctrico balear ha estado formado por dos subsistemas independientes, el de Mallorca-Menorca y el de Eivissa-Formentera, no conectados al sistema peninsular. Un sistema frágil, como todos los sistemas aislados.

Hoy, gracias a la entrada en servicio en el 2012 de la interconexión eléctrica submarina con la Península, Balears forma parte del sistema eléctrico nacional y europeo y, gracias a la interconexión eléctrica submarina entre Eivissa y Mallorca, actualmente en periodo de pruebas, las islas cuentan con un sistema eléctrico único. A estas grandes infraestructuras desarrolladas por Red Eléctrica a lo largo de los últimos años se sumarán, en los próximos, dos nuevos enlaces, el proyectado entre Menorca y Mallorca, y la nueva interconexión entre Eivissa y Formentera, cuyo proyecto ya ha sido presentado para su correspondiente tramitación.

El enlace Mallorca-Península aporta una cuarta parte del consumo balear

Interconectar y unificar. Las ventajas asociadas a estos dos conceptos son enormes y constatan el carácter estratégico de la interconexión eléctrica entre Mallorca y la Península. En primer lugar, este enlace proporciona el equivalente al 25 % de la electricidad que se consume anualmente en las islas, una aportación que aumenta la seguridad del suministro y que, a su vez, revierte en su mayor fiabilidad y calidad.

Paralelamente, la interconexión posibilita introducir energía del sistema peninsular, que cuenta con una generación más diversa y competitiva y con mayor aportación de energías renovables que la insular, lo que permite reducir los costes del sistema eléctrico y hacerlo más sostenible. Los cálculos indican que el suministro de este enlace ha supuesto, en los años que van del 2012 al 2015, un ahorro global cercano a los 200 millones de euros.

El reto ambiental

Los enlaces eléctricos submarinos han sido diseñados teniendo en cuenta el compromiso de Red Eléctrica con la protección medioambiental, tanto desde la primera fase del diseño de cada proyecto, como con la planificación de un conjunto de medidas preventivas y correctoras que han minimizado al máximo la afección al entorno natural, especialmente a las praderas de posidonia. La realización de estudios detallados del fondo marino o las microtunelaciones a varios metros bajo el suelo marino en la zona de llegada de los cables a cada extremo de la costa, son algunos ejemplos de la responsabilidad medioambiental de la compañía. Sin dejar de citar que el funcionamiento del enlace entre Mallorca y la Península está permitiendo una reducción media de 285 toneladas de emisiones de CO2 al año.