Para las Bodegas Pere Seda, la vendimia 2016 iba precedida de un invierno extremadamente seco, con la fortuna de tener unas lluvias moderadas en la primavera que ayudaron a la viña a acabar su ciclo natural. Es cierto que cada campaña vendimia es diferente, este pasado verano fue más suave que el del 2015 por lo que el retraso en la velocidad en de maduración de la uva y la menor insolación en julio y agosto, hicieron que la vendimia se retrasara con respecto al año anterior. La programación en la recolección de la uva y las condiciones climatológicas junto con la ausencia de lluvia al principio de septiembre, permitieron vendimiar en el momento oportuno y conseguir uvas maduras y sanas que han permitido desarrollar unos maravillosos aromas que ya se están notando en los caldos que se elaboran en la bodega Pere Seda. Sin duda, ha sido una vendimia con unos resultados sumamente optimistas de cara a la calificación de la añada 2016 por parte de la D.O. Pla i Llevant. Mallorca, de la que Pere Seda forma parte.

Consolidación de una vida dedicada a los viñedos

Con respecto a otros aspectos relevantes del 2016, la buena temporada turística de este año que ya finaliza, ha reportado grandes satisfacciones para esta bodega de Manacor. No solamente materiales, sino de consolidación como bodega, que han reforzado su filosofía de vida como bodega de una saga familiar dedicada desde siempre a esta profesión.

Por otra parte, este año ha sido especialmente fructifero para la bodega Pere Seda ya que han obtenido numerosos galardones, lo que supone un gran aliciente y un estímulo para la creatividad no solo de sus vinos sino de los vinos de Mallorca.

Situación actual del vino mallorquín

Se puede decir que a nivel insular, las bodegas están cosechando los frutos del esfuerzo llevados a cabo durante muchos años. Desde que en 1993 se creara el Vi de la Terra de es Pla i Llevant ha habido un largo recorrido de divulgación de la cultura del vino y el reconocimiento de su calidad en Balears, y cuya culminación llegó con la creación de la D.O.P. Pla i Llevant. Mallorca en 1999 hasta hoy día en pleno funcionamiento.

Aunque últimamente en Balears se están creando e incorporando muchas bodegas de emprendedores de tamaño y origen muy diverso (tanto local como extranjero), el sector esta viviendo un momento dulce de mucha creación e innovación y, a la vez, está siendo recompensado por sus congeneres illencs, que tras unos años de excepticismo y al ver que desde fuera de las islas los elogios son universales, han decidido que tras dar el voto de confianza a las bodegas mallorquinas. A la vista de los resultados, todos los cellers mallorquines están especialmente orgullosos de poder ofrecer sus caldos no solo en sus comidas sino como complemento de reuniones, actos sociales etc., convirtiéndose en un elemento de cultura y prestigio que encaja en cualquier escenario y en especial en aquellas mesas en las que se pretende originalidad, calidad y distinción. Así mismo, para Pere Seda, la continuidad y la regularidad de la calidad a través de la historia de una bodega, es la clave del éxito en un consumidor tan exigente como es el bebedor de vino, al que la confianza en la marca se somete a examen cada vez es catado un caldo.

Vinos Pere Seda para estas fiestas de Navidad

Para un encuentro informal con amigos, y aprovechando que la bodega acaba de presentar las nuevas creaciones en el campo de los vinos espumosos, cabe destacar el Brut Nature Blanc de Pere Seda. Con estas nuevas creaciones se puede disfrutar de una ocasión especial con la originalidad de dos vinos espumosos elaborados a partir del clásico método champagnoise, elaborado a partir de uvas mallorquinas.

Para unos entrantes navideños, no hay que olvidar los vinos blancos y en especial el Chardonnay, que por su versatilidad da mucho juego en las ocasiones en las que se presenta una variedad de aperitivos con los que maridar un solo vino. También es un vino para un buen plato para los frutos del mar, como un buen peix al forn. Ahora que viene la Navidad, y si hablamos una cena familiar, cabe recomendar L’Arxiduc Negre con el que se ha conseguido dotar de un original sabor frutal, elegante noble y equilibrado, y que a la vez conjuga muy bien con la pasta y la carne de la típica sopa de Nadal . Hay que catarlo para darse cuenta del juego que da este vinos con la gastronomía mallorquina.

Y con los turrones y postres potentes, grasos y azucarados de estas fechas se puede volver a recomendar el Brut Nature Blanc, que limpia la boca, refresca las papilas y compensa la pesadez de estos dulces que rematan las comidas de Año Nuevo y Navidad.

Para el 2017, Pere Seda continuará trabajando para seguir consiguiendo su objetivo: Introducirse en aquellos países que históricamente se han interesado por Balears y que han valorado su vino y gastronomía (Alemania, Austria, Suiza, Dinamarca, Bélgica, Suecia…)., e incorporar nuevos vinos con la variedad autóctona giró blanc , cuyas cepas se han sembrado en las viñas de Pere Seda de Manacor y que creen que va a tener un resultado excepcional.