El Real Mallorca había sido el vencedor moral de la final de la Copa del Rey contra el Barça disputada en Mestalla. Cuatro meses después, y ante el mismo rival, fue también el ganador oficial. El 22 de agosto de 1998 el conjunto bermellón levantó en el Camp Nou su primer título, la Supercopa de España, después de batir al Barcelona en la ida en el Lluís Sitjar (2-1) y en la vuelta (0-1) en la capital catalana. Aquella proeza permitió al Mallorca estrenar sus vitrinas con un título oficial 82 años después de su fundación. Y, de paso, sacudirse buena parte de la frustración acumulada después de la final de Mestalla.

El fútbol estaba en deuda con el Mallorca y con Cúper, y por eso aquella Supercopa tuvo un aire de revancha desde que empezó a rodar el balón en el Lluís Sitjar. Roa, Stankovic o Engonga esperaban con ganas a un rival que seguía bajo la batuta de Louis Van Gaal y contaba con estrellas de la talla de Figo, Rivaldo, Luis Enrique y Giovanni. El Barcelona era el gran favorito, pero el conjunto bermellón se había acostumbrado a las alturas y ese verano se había reforzado con futbolistas que serían muy importantes aquella temporada y las siguientes: Dani, Lauren, Siviero, Marcelino, Ibagaza y Miquel Soler, entre otros. El Mallorca tenía hambre y talento, una combinación letal que tumbó al grupo de Van Gaal en el primer asalto, cuando Dani y Stankovic remontaron el gol inicial de Xavi y dejaron la eliminatoria abierta. Decidiría el Camp Nou.

Aquella histórica noche el Barcelona se desesperó ante el bloque granítico diseñado por Cúper. Dani marcó al filo de la media hora y desde ese momento el Mallorca se hizo inexpugnable para un rival que solo pudo disparar balas de fogueo. Los bermellones habían acabado con el fatalismo de sus grandes citas . Y confirmaban que la isla iba a continuar disfrutando de un equipo ganador. Era un hecho que el Mallorca había sido superior al todopoderoso Barcelona durante 180 minutos. Y que la varita mágica de Cúper seguía haciendo milagros.

Asombro y admiración definían a un Real Mallorca que no dejaba de crecer pese a que había ascendido a Primera División solo un año antes. Aquel primer título nacional -pasaría algún tiempo antes de conquistar el segundo, la Copa del Rey- dio prestigio al proyecto y hoy es recordado como uno de los grandes hitos de aquella época dorada. Por cierto, fue la Supercopa de Dani, futbolista que también marcaría en la final de la Recopa aquella misma temporada. Pero esa es otra historia.