Reconoció siempre que fue una locura, pero aterrizó en el Mallorca porque el club “se moría”. El 26 de junio de 1992, con 51 años, y junto al médico nefrólogo Tòfol Pizà y el empresario Gabriel Barceló, reunió los 650 millones de las antiguas pesetas con el aval de la Banca March, necesarias para la obligada conversión del club en sociedad anónima deportiva. Lo hizo con dolor, pero en su primera intervención pública también tiró con bala: “Sólo 800 seguidores nos han apoyado, y recaudamos 50 millones de pesetas cuando se necesitaban 650”, declaró decepcionado.

El nuevo presidente y propietario del Mallorca heredó un club deprimido, por su delicada situación económica y porque el equipo acababa de consumar su descenso a Segunda. Vendió todo lo que pudo, pero el equipo tenía opciones de ascender. Hasta que el Villarreal ganó 0-1 en el Lluís Sitjar. Un resultado que provocó la destitución de Llorenç Serra Ferrer y apostó por Jaume Bauçà, por entonces entrenador del Arenal, con el que perdió la promoción de ascenso contra el Albacete. El médico siguió confiando en Bauçà en la siguiente temporada. Con catorce mallorquines, el equipo acabó quinto desplegando un buen juego.

En la temporada 1994/1995 el objetivo del ascenso era ya ineludible, pero volvió a fracasar. Despidió a Bauçà, le sustituyó Nando Pons, que tampoco dio con la tecla y en abril de 1995 llegó el veterano José Antonio Irulegui, con el que se salvó del descenso. Dalmau vivió una nueva decepción. Se sentía abandonado. Traicionado. Y, sobre todo, estaba harto de insuflar dinero en un proyecto que era un pozo sin fondo. El fútbol de las sociedades anónimas no estaba hecho para románticos. Y él lo era más que nadie. De aquel suplicio le sacó Antonio Asensio, propietario del Grupo Z. Compró el club por cerca de tres millones de euros más otra cantidad si el equipo ascendía a Primera. Para la compra, Asensio eligió a Beltrán como hombre de paja y la operación se cerró en la sede del Grupo Barceló a las tres de la tarde de un caluroso 22 de agosto de 1995. Dalmau ya era historia como presidente del Mallorca.